Déjenlo tranquilo. Felizmente solo algunos acciopopulistas no superan el trauma de la vacancia de Rubén Aspajo a la alcaldía de Moyobamba en el año 1997. En esos años uno de los promotores de aquella vacancia fue don Néstor Aguilar Pacheco, hoy su hijo. La vida es un destino circular, es el candidato de esa agrupación en Moyobamba, por ello al muchacho hoy esos mismos dirigentes no le perdonan nada.
Pa la calle. Al parecer se dieron cuenta en el partido Acción Popular que esos mismos personajes que hoy se oponen a Aguilar ya habían entregado en alma, corazón y vida de este partido al arbolito. Pero no, siguen con la cantaleta. Parece la trama de una película en blanco y negro solo falta que se enamoren los hijos entre ellos y salgan los padres con escopeta y les deshereden.
A ver Sandro Rivero. Dale unas lecciones de chamullo urgente a tu padrastro, porque no pasa nada con su discurso, comete graves faltas políticas, porque dice lo que no debiera decir y de no corregirse solito se va mantear con sus palabras. Esta vez también dijo que es de Rioja, pero que vivió en Moyobamba, lo que ya sabemos, que jugó en los barrancos, que su amigo era un periodista, que la zurruna, la tingoteada, que la pelota es redonda y el huevo tiene cáscara.
Otra vez. A pesar que en una anterior ocasión se borraron algunos murales en la ciudad de Tarapoto y las asociaciones culturales elevaron su voz de protesta, lo mismo ha sucedido en Moyobamba, en donde se ha borrado un mural de Acción Poética generando todo tipo de comentarios en las redes sociales.
El incondicional. Quien pierde perspectiva en estos asuntos es José Iberico, conocido operador político, quien ayer fustigó a los de Acción Poética, diciendo que no le parecía arte lo que se había tapado tras las pintas a favor de Manuel Aguilar. Finalmente, Sandro Rivero admitió el error cometido, lo que obligó a Iberico también a ponerse en orden.