Cierto día, en una mañana de carnaval, cuando visite la chacra de mi anciano amigo, el cumpa Babilonio Amasifuen; escuche que le decía a su joven nieto de corte de pelo, al estilo chico reality; esta ancestral frase: “ACASO COMEMOS PLATA…”, estas palabras fue a raíz que el joven nieto de 17 años, con pinta de reguetonero, le pedía vender una parte de la chacra, para que compre un mototaxi y pueda trabajar en la ciudad. Así como este ejemplo de desarrollismo (pan para hoy, hambre para el mañana), pasa a diario en las diferentes comunidades nativas de la región San Martín, donde la transmisión de conocimiento ancestrales de padre a hijo, va perdiendo terreno ante los avances de las políticas de estado que consumen el débil patrimonio inmaterial que existe y esto se suma la promoción de una economía primaria – exportadora errada, que nuestros politiqueros aplican y toman de rehén a nuestras comunidades, para hacer de sus tierras, maquinarias de extracción funcional a los intereses de los grandes capitales, sin impórtales el tema biocultural, que por más de 10 mil años, nuestros hermanos indígenas han vivido en simbiosis con el bosque y su espiritus.
El analista amazónico Roger Rumrrill, en uno de sus conferencias, decía que los impactos ambientales van alcanzar un 40 % en la amazonia en el año 2041, por cambio de uso de la tierra para fines agropecuarios, mineros, petroleros, forestales y la degradación de los bosques, la perdida drástica de los elementos del patrimonio biocultural, la contaminación de los suelos y las aguas producto de los agroquímicos diversos, secuelas de la explotación de hidrocarburos y de la minería, residuos urbanos e industriales que van alterar el ciclo hidrológico y generaría un cambio climático que en el año 2025, el estado peruano estaría perdiendo 4.4% del PBI, 10 mil millones de dólares.
Por todo lo antes expuesto es la hora de tomar conciencia y defender nuestra amazonia y su supervivencia, si no hacemos esto, las puertas estarán más abiertas que nunca al saqueo extractivista multinacional.
Aprendamos del Cumpa Babilonia….que al despedirme me dijo: “cumpa Tomaquito…..no necesito de los reales para vivir, mi chacra y mi monte me dan todo….ACASO SE COME PLATA…”
Tomás Cotrina Trigozo
Docente universitario y Gestor cultural