¿En qué momento y a través de qué situaciones formales se forma una empresa privada a nombre de terceros sin que éstos participen? ¿Acaso los socios que forman parte de una empresa privada no son los que determinan las decisiones y tienen derecho a votación para elegir y ser elegidos?
¿Resulta que la DERRAMA MAGISTERIAL es una empresa privada? ¿Y los maestros que son la razón de ser de esta empresa financiera “privada”, dónde quedan? ¿Solamente están ahí para ser utilizados con los descuentos mensuales que les hacen?
Planteo estas preguntas por los roces que hay entre el SUTEP de Patria Roja que administra la DERRAMA MAGISTERIAL y la FENATE que busca su democratización y que integran todos los trabajadores del sector educación, aparte de docentes, auxiliares, personal de servicio y administrativos.
Los integrantes de esta federación, optaron por un sistema abierto, democrático y participativo en base al D.S. N° 009 que el Ejecutivo desde su publicación ya estaba en camino para que en el mes de diciembre se lleven las elecciones universales de “un maestro, un voto”.
¿Qué institución que se dice democrática no hace participar a sus socios? Esto es lo que pasa en la DERRAMA MAGISTERIAL, donde el maestro que es la parte nuclear de esta institución no tiene parte ni suerte más que el descuento de 24 soles mensuales.
Entonces, los que conducen la DERRAMA MAGISTERIAL ¿en qué momento les pidieron a los maestros ser parte de esta institución financiera? Desde que existe, nunca lo hicieron; ¿En qué momento les pidieron autorización para los descuentos respectivos? Nunca lo hicieron.
Años tras años, los que forman parte del directorio y del Consejo de vigilancia, son los señores del SUTEP que rotan a través de elecciones bastante cerradas y reducidas y nada democráticas; ellos lo llaman elecciones por delegatura.
LOS MAESTROS TIENEN LA ÚLTIMA PALABRA NO LAS DISPOSICIONES UNILATERALES DEL CONGRESO
Pregunto ¿Un grupito de delegados va a representar a más de 300 mil maestros en todo el país? No se puede jugar con el prestigio económico de todos los maestros; un estrecho grupo de gente del SUTEP dicen representar a los docentes; ¿en qué se basan para decir que representan a los maestros? ¿Acaso porque el MINEDU, bastante politizado años atrás, lo direccionaron a los docentes de manera automática a pertenecer a la DERRAMA MAGISTERIAL?
¿Argumentar el hecho de que ese docente al ser descontado en la Derrama Magisterial, es acaso razón para que pertenezca al SUTEP? Imposible; los primeros años del Sutep podrían haber sido de mucho heroísmo, pero demostraron que, en el proceso del camino, la lucha por la defensa de los maestros fue solo teoría.
A causa de esto nace el FENATE, y en poco tiempo esta federación venía buscando democratizar la DERRAMA MAGISTERIAL con la participación de los más de 300 mil maestros; en poco tiempo consiguió la conquista al 100% del CTS por cada año de trabajo del docente cuando llega al cese.
Lo que el SUTEP no lo hizo en décadas, el FENATE en poco tiempo viene cristalizando el sueño de los maestros, que por décadas nadie sacó cara por ellos y ningún dirigente del SUTEP les demostraron firmeza en sus demandas; ningún gobierno priorizó a la educación como sistema autónomo en los aprendizajes; ningún gobierno valorizó la actividad laboral de los maestros como lo pretende hacer este gobierno de Pedro Castillo.
Gente del Congreso que llegaron por casualidad a esa instancia del Estado, no entienden que su trabajo es fiscalizar y legislar. Nada de esto hacen, si algo fiscalizan, lo hacen a peces flacos y raquíticos, dejando en total impunidad a los más grandes mafiosos.
Si algo legislan, nunca hacen o aprueban leyes, normas o decretos a favor de la sociedad menos favorecida. Esto es lo que hicieron la semana pasada, dejaron sin efecto el D.S. 009 que abre el camino para una justa intervención a la DERRAMA MAGISTERIAL, democratizándolo y sobre todo materializando una investigación a fondo de todo el dinero de los maestros que lo manejan en esa institución.
Los 300 mil maestros del país tienen la última palabra, no los caprichos de un gremio sindical devaluado, ni mucho menos los entretelones de mafias del Congreso.