Por Edy Tirado
Los nuevos actores políticos y la crisis de la intelectualidad
Jóvenes, internet, mujer, sexualidad y la agonía de las utopías, son algunos de los nuevos actores políticos, estos nuevos actores han generado lo que podríamos denominarlo electorado blanco, es decir, electores que no les importa el partido, la ideología, las propuestas, sino simplemente la simpatía por una u otra candidatura. La pasión ha vencido a la razón.
Un amigo me decía voy a votar por la “chinita”, yo le decía pero ella no va a ser tu alcaldesa, “eso no importa, yo soy fujimorista y punto”, típico elector que aunque le pongan un jumento al frente igual marca el símbolo de la organización, no le importa quién sea el candidato.
Otro amigo me decía, hasta ahora no he decidido por quien votar, asistí a dos mítines y no me convencieron, creo que estuvieron nerviosos, además no hubo bingo, ni regalos y el grupo musical hasta las patas, típico comportamiento de un elector que evalúa las formas y no el fondo.
Otros dicen, creo que fulano o zutano lo lleva, tiene mucha plata, el otro es bueno, mis respetos, pero es misio; esta conducta corresponde a un elector que equipara el caudal económico como determinante para definir su apoyo por tal o cual candidato.
Además estamos asistiendo a lo que podríamos llamarlo electores del ciberespacio, son los que están pendientes de las redes sociales y del internet; un candidato formado en la época de la cigüeña y que desconozca de estas nuevas herramientas se queda periférico.
También tenemos a los electores que le dan mucha importancia a los spot, a las intervenciones en radio o televisión del candidato, estos evalúan a los candidatos como si se tratara de un certamen de belleza, gana el que no se equivoca, el que mejor llega al corazón, como en los reinados importa más el maquillaje que la sustancia gris.
Esta realidad descrita da lugar a nuevos tipos de electores, cada vez más alejados de la racionalidad; esto determina por ejemplo, que no siempre ganen los mejores, los más preparados, los más cultos, los más inteligentes, los más eficaces, etc., suelen imponerse los sentimientos y las emociones.
Esta ensalada rusa ha generado nuevos electores, desideologizados y despartidarizados y si a esto lo sumamos candidatos que no tienen ni idea de lo que es administración pública y que por esto mismo terminan proponiendo cosas que no son competencias municipales. Como un candidato a la alcaldía distrital de Nueva Cajamarca que esta ofreciendo, loncheras para los escolares, acabar con el pago de las Apafas y hasta maestrías para profesores.
Esta realidad empuja a muchos candidatos a recurrir a los denominados “consultores políticos”, para que les digan que hablar, que corbata usar, como sentarse, como sonreír o saludar, etc., estos es su mayoría son charlatanes, que hacen uso de sus elementales conocimientos de marketing, de relaciones públicas, de oratoria o de moda, pero que encuentran fértil espacio en candidatos que están huérfanos de ideas; en contraposición a estos están los académicos dedicados a estudiar la política.
Esta nueva realidad, nos debe llevar a plantearnos la necesidad de volver a pensar el Perú, hay que buscar una salida a la precaria institucionalidad partidaria. Estamos ante una crisis, no sólo de candidatos, sino también y fundamentalmente de ideas.
Post data: A la luz de lo que he descrito me atrevo a manifestar que no veo ningún candidato al Gobierno Regional con la fuerza de las ideas y la organización como para asegurar una victoria en primera vuelta (30%), en mi juicio en San Martín los electores volveremos a las urnas treinta días después del 05 de octubre.