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viernes, abril 26, 2024

Señor Coronel, deje conducir tranquilamente

Por: Ricardo Quevedo Ramírez

No me explico por qué tanta pasión de los policías amenazando con el castigo de papeletas contra aquellos conductores de motocicletas que no cuentan con ese mal necesario del llamado casco. Digo mal, porque en una sociedad como la nuestra, tan, pero tan agobiante de calentura, con un sol abrasador que quema todo el cuerpo, y sobre tu cabeza llevar un objeto que irradia más calentura contra el sistema neuronal, es realmente insoportable.
Pero la policía te responde es la ley, “hay que cumplirla”; y mucha gente también de la sociedad reacciona “es la ley, hay que cumplirla”. Yo no tengo menos mal actitudes impuestas, y no soy de los que hago las cosas porque me imponen, como se viene imponiendo en este caso, el uso de los cascos a muchos conductores que contra sus voluntades se ven obligados a ponerse. Testifico por qué soy reacio a no usarlos:

1. No acostumbremos a la sociedad hacer las cosas de una manera impuesta. Las personas de una sociedad libre y en democracia, tienen actitudes también libres y democráticas, y lo que hace y deja de hacer es responsabilidad suya, y de nadie ajeno a su responsabilidad.

2. Muchos ensayan la tesis errónea, “pero te estás protegiendo contra algún accidente de tránsito”. No discuto si algo te protege o no, porque si no es tu hora, la muerte siempre correrá de ti, pero si la hora ya te llegó, aun cuando lleves cien cascos sobre tu cabeza, ya la muerte te visitó mi querido amigo.

3. Lo que discuto es que no debe imponerse el uso respectivo del casco, y mucho menos todavía que por no usar te impongan una papeleta que atenta contra la escasa economía del conductor. Así como una persona es libre para lucirse cualquier indumentaria, estrafalaria o no, así también el uso del casco debe responder a la iniciativa y conciencia propia de la persona.

4. El casco es lógicamente producto de una ley, y es una más del montón, característica propia de la sociedad peruana, que tiene más leyes habidas y por haber que propios ciudadanos habidos y por haber. ¿Por qué el ciudadano reniega con la existencia de una ley, y mucho más aún cuando de mil maneras se busca implantar el uso de esta ley usando el respectivo casco? Reniega porque está mal hecha; jamás una ley, a no ser que el espíritu jurídico de esa ley responda, promueva y rescate el amparo económico de la población, aquí sí debe imponerse a cumplir al pie de la letra una ley a favor de terceros contra aquellos organismos o sociedades colectivas que rehúsan los beneficios o derechos a los trabajadores. Pero jamás debe imponerse el uso de un objeto, que debe responder únicamente a una conciencia voluntaria, y punto.

5. Reniega también porque el espíritu de esta ley es de carácter impositiva. Como somos una sociedad peruana en proceso de maduración, los que aprueban la ley (poder legislativo), piensan que le están haciendo un gran favor a la sociedad, dependiendo qué grado de beneficio social, jurídico y económico tiene esa ley; pero que tenga el espíritu de imposición y mucho más si a esta imposición se suma la férrea campaña impositiva pro papeletas de la policía, es realmente un despropósito que usted señor coronel debe en resguardo de la ciudadanía continuar las batidas, pero no contra aquellos que no llevan puesto el casco, sino contra aquellos malos conductores que en estado de ebriedad atentan la vida de los peatones y contra aquellos que no cuentan con sus respectivos documentos en regla. Contra ellos deben ser las permanentes batidas.

6. Otro punto de argumentación y de gran significación por la mucha incomodidad que crea cuando te estacionas en el centro de la ciudad, te sacas el objeto fastidioso y sudado de tu cabeza, empiezas a recorrer de lugar en lugar, de oficina en oficina, agarrando como estorbo el famoso casco, peor si a la otra mano llevas tu mochila o tu maletín, amen el peinado de la cabeza está ya una desgracia. Realmente para mí es tan complicado esta situación.

7. En consecuencia señor coronel, deje circular tranquilos a los conductores de motocicletas que no llevan su casco. Basta ya con estas batidas inopinadas e innecesarias. Tenemos derecho a circular con tranquilidad en la ciudad. Persiga al delincuente; emprenda campañas de seguridad a favor de la población, pero que sea el ciudadano que los realiza bajo propia voluntad, más no así con imposiciones. La gente circula con mil preocupaciones en la ciudad, y que se le agregue estas amenazas con papeletas a los conductores que rehúsan los cascos, no me parece nada atinado de su parte señor Coronel, por favor.

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