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domingo, abril 28, 2024

La historia se repite, salvemos al Perú

Prof. Gilder Rengifo Paredes.

Nunca como hoy nuestra patria vive momentos cruciales, en un callejón sin salida, en manos de una dictadura enmascarada de democracia; de una dictadura que los grupos oligárquicos vienen imponiendo a los peruanos, con la fuerza de las armas, reprimiendo sangrientamente las protestas del pueblo, con un saldo de casi setenta muertos.

Los hechos del pasado se repiten una y otra vez. En el pasado fueron los Areche y los Moscoso (obispo del Cuzco-1780), los crueles asesinos de Tupac Amaru y sus huestes, hoy son los Boluarte, los Otárola, los Zapata y los Montoya y compañía, y junto a ellos, los Barreto y los Cipriani, exculpando a los culpables y terruqueando y matando a los quechuas y aimaras, por protestar contra los abusos de siempre.

Esta dictadura podrá imponernos “la paz”, pero solo una paz tensa, enlutada, sin armonía social, impuesta con la fuerza de las bombas, de la cachiporra y el fusil. Pero una paz que solo prolongará estratégicamente el conflicto, favorable únicamente a los saqueadores de recursos naturales y evasores, sempiternos, de impuestos.  

Esta crisis política-social, que está remeciendo en todo el territorio nacional, continuará por mucho tiempo; porque ésta no es una crisis coyuntural, que es pasajera y subsanable; es   estructural, que es de carácter permanente, porque deviene del mismo armazón social, del esqueleto sistémico del Estado; y la nuestra hace mucho tiempo que ha hecho chrack, que está francamente carcomida e insostenible a la necesidad de todo cambio histórico.

He aquí, pues, la causa, la raíz de nuestra inestabilidad política y desigualdad social, de la corrupción endémica, epidémica y crónica del Perú: lastres heredada del régimen colonial, que nos delata el hecho de haber nacimos fracturados, enfermos como república. Pero que, no obstante, los poderosos grupos, beneficiarios de nuestras desgracias, hasta optan por el genocidio por preservarlo, ante el despertar político de los pueblos marginados del Perú.   

Y esta misma es la causa y estos los responsables históricos de los males del Perú y de ser lo que somos: un Estado mafioso y represivo, en manos de la mafia institucionalizada, del crimen organizado y financiadores de campañas electorales, como: la CONFIEP, los grupos Romero, los Roque Benavides, Odebrecht, Gloria, Graña y Montero, etc.; quienes han hecho que hoy tengamos como instituciones tutelares:

Un poder legislativo, atomizado, mediocremente constituido por gente manipulable por efecto de leyes amañadas y el cálculo político, prestos a levantar la mano a cambio de prebendas, deslegitimados y divorciados de las expectativas ciudadanas.

Un poder ejecutivo endeble, frágil, repleta de gente bien parecida, pero con ocultos y oscuros antecedentes; donde se subastan los recursos naturales y los bienes del Perú; donde se cuecen los grandes negociados y se hipoteca la soberanía nacional.

Un poder judicial, en el que la justicia es demasiado injusta; porque aquí se compra y se venden sentencias favorables; donde la honra y el pudor de los pobres (niños y niñas) se sepultan con impunidad por el malvado juez de cuello blanco; y donde los fiscales y jueces, etc. se subastan, gracias a los condicionamientos simbióticos entre este poder y el legislativo.

Y, además, una fuerza armada y policial, con muchos generales, bien encebados, unos pagando penas y otros condenables, listos para apuntar sus armas contra los verdaderos patriotas que siembran la papa, a órdenes de la dictadura, tras la consigna del gran capital.

Ante esto, ¿Qué hacer? Cambiar la estructura; refundar al Perú.

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