Estos días en el punto álgido del año, cuando el sol se alza en todo su esplendor, emergen las festividades ancestrales que celebran el mágico solsticio de junio. Envueltas en una atmósfera de alegría en conexión (Yoga) con la naturaleza y el universo, estas fiestas tradicionales nos transportan a tiempos remotos, donde el fuego y la música entrelazaban los corazones en una danza inolvidable.
Por ello, quiero ofrecer algunos datos culturales para quienes estén deseosos de SABER y vivenciar esta unión en un nivel más celestial, trascendiendo el automatismo celebratorio anual de las muchedumbres…
No era este el caso de las sabias civilizaciones de la antigüedad que daban cuenta -con magnos festivales- de su verdadera UNIÓN (Yoga) con el universo y con sus ciclos. Por ejemplo, los Druidas (Sabios Iniciados, Guía de los Celtas) y en Perú, los Incas, con el INTI RAYMI y más cercanamente en el cristianismo, la celebración sagrada (no profana) de SAN JUAN BAUTISTA. Asimismo, es significativo que en estos días solsticiales también se celebre el día Mundial de la Yoga (21 de junio), la Fiesta Iniciática del Sat Chellah y Día de la Magia (22).
Revisemos pues, los valiosos datos, ofrecidos en la vasta literatura de los Maestres Dr. David Juan Ferriz Olivares y Dr. Serge Raynaud de la Ferrière (ver: @magnafraternitasuniversalis):
“Solsticio viene del latín solstitium, de sol y stitium. Stitium que indica la idea de detener algo que está en movimiento. Se refiere a los dos momentos estáticos del ciclo solar…Nos recuerda que en Macchu Picchu en el Perú, existe la piedra vertical del Intihuatana, en que “se detiene el nuevo sol que nace” en la Tradición Incaica. Ahí la fiesta del Inti Raymi de los incas, se hace en honor de la cima vertical del solsticio. Como está en el hemisferio austral donde el invierno comienza en junio, se realiza seis meses después de lo que se realiza en el hemisferio boreal.”
Y respecto al simbolismo del Día de San Juan Bautista: “San Juan, aquel que anuncia, el que predica, la aspiración divina, la Fe, el fuego sagrado, es caracterizado por el elemento FUEGO…”
A lo que aporta Nicolás Quiles: “La celebración que corresponde entonces al solsticio de verano (para el norte), es una celebración relacionada con el fuego, con el fuego en movimiento, o fuego móvil, que es la manifestación material más cercana al mundo espiritual. En el cristianismo, se asigna el solsticio de verano a San Juan Bautista, por su nacimiento. En el evangelio de Lucas se narra que María, días después de la Anunciación visita a Isabel, su prima, que estaba en su octavo mes de gestación, también llamado mes de LAS CANDELAS, ya que Zacarías anuncio el nacimiento de San Juan encendiendo hogueras para avisar a sus vecinos la buena nueva y se ubica esto justamente seis meses antes del nacimiento de Jesús. Es curioso aquí que se celebra el nacimiento de San Juan Bautista, cuando en el resto de los casos se celebra la muerte y no el nacimiento de los santos. Pero, no extraña que esto se haya hecho a posta, a fin de que ambos solsticios se celebraran nacimientos, en el de verano, el nacimiento de San Juan y en el de invierno, el de Jesús.”
Continúa Ragón: “Los iniciados modernos adoran a Oannes bajo el nombre de San Juan, Johannes, como bienhechor del género humano. Este santo ocupa un lugar eminente en el cielo nuevo y (…) recibe en el solsticio de verano los nombres de bautista y precursor y, en el solsticio de invierno el de evangelista o cronista del nuevo Ean: el Juan del punto más luminoso [24 de junio] es el personaje emblemático de la fraternidad que debería unir a todos los hombres; el Juan del punto más obscuro es el símbolo de la ley nueva, es decir, de la filosofía sin la que no podría existir amor duradero alguno.”
“El Sol llega (…) al máximo de su exaltación. Los antiguos celebraban esta época con juegos públicos y fuegos de alegría. Los cristianos celebran también esta época con fuegos de alegría, llamadas hogueras de San Juan. ¿Por qué se encienden esas hogueras en la época más calurosa del año? Es ésta una antigua costumbre mitológica, copiada de los pueblos antiguos, para quienes las hogueras simbolizan el mundo casi abrasado en esta época por Phaetón.”