24.8 C
Tarapoto
viernes, mayo 3, 2024

El yachapeo juanguerrino, 1

“¡Bacán, como buen juanguerrino!”, es una frase coloquial que suele escucharse con cierta frecuencia en Tarapoto, y que no es sino el reconocimiento a los pobladores del distrito de Juan Guerra quienes se caracterizan por un ego especial que no es sino la valoración de ellos como personas que se aprecian, se valoran y se respetan. Y es posible que esa manera de ser de los juanguerrinos haya dado lugar a la creación de esa característica especial que ya es un patrimonio cultural del pueblo. Y no digo más. Y ya es hora que haya la celebración de “El día del yachapeo”.

Fue el cuñumbuquino Josué Villanueva García quien, hace casi como quince años, me pidió que escribiera sobre el yachapeo, que es una simplonada original de Juan Guerra y del que recién me enteraba y según José ya venía de décadas y yo, pobre y triste mortal, desconocía. ¿Cómo me pudo pasar esto? Fue entonces que, con mi amigo Walter Arce Lazo, visitamos a todos los grandes yachapaedores juanquerrinos que se han hecho ya de una merecida fama y algunos que son más terribles que otros pero dentro del respeto y la consideración y que practican su arte dentro de unas reglas no escritas donde lo principal es no molestarse ni armar bronca cuando les dan en lo que más les duela. O sea, en sus cuellitos. Me hago entender.

El yachapeo es una original creación que, según información preliminar recogida, tendría su origen en los años veinte del siglo pasado, mucho antes que se

constituyera en distrito el 31 de octubre de 1932, cuando era secretario del Congreso Constituyente el tarapotino Carlos Reátegui Morey y, presidente, Luis M. Sánchez Cerro. La particularidad del yachapeo es que funciona en las reuniones amicales, familiares, fiestas; o sea, donde haya gente que se inspire, que lo disfrute y acepte las “directas” con buen talante. Y, por supuesto, previamente tiene que haber su traguito para darle más gusto y sabor. En estas reuniones el “yachapeado” sale trasquilado cuando le dan en lo que más le afecta. Aquí ´pagan pato´ los tacaños, los ingenuos, los cornudos, los sacavuelteros, los fanáticos; y los sinvergüenzas, en la acepción más precisa.

Después de mucho floro ya es hora de explicar en qué consiste el “yachaepo”. Es el contrapunteo o duelo verbal de agudeza e ingenio espontáneo entre dos personas en donde las frases inocentes son replicadas con otras frases de ironía sana y con rima. ¡Aquí está la belleza del yachapeo! El yachapeo cumple una finalidad moral y es una especie de vindicta pública que no tiene sino objeto de enmendarle la plana a un santurrón, por ejemplo. Pero si bien es cierto el yachapeo le puede salir a cualquiera y es la esencia de los juanguerinos congomperos, hay personas que ya se han hecho de una fama de grandes yachapeadores y, por lo tanto, temibles en el pueblo. Está prohibido reunirse con ellos: ahorita le descubrirán su debilidad o defecto a quien quiera dársela de vivazo, por ejemplo.

Son y fueron famosos yachapeadores: Policarpo Gárate Arce (23 de febrero de 1961), Elmer Paredes Arce, Elisban Arce Chistama, Gastor del Águila Vásquez (1946), José Antonio Gárate Arce (1957), Víctor Manuel Mendoza Paredes, Cristóbal Paredes (Churoisman), Ricardo Paredes García (Rococho), Miguel Torres Paredes, Brígido Paredes, Guillermo Paredes, entre otros. Y paciencia: ¡que viene lo mejor!!

(Comunicando Bosque y Cultura).

Artículos relacionados

Mantente Conectado

34,543FansMe gusta
280SeguidoresSeguir
1,851SeguidoresSeguir

Últimos artículos