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sábado, abril 27, 2024

Carta al señor Alberto Otárola

Me dirijo a usted por la alta magistratura que desempeña en el país, como premier de la República. Como un ciudadano que desea el cambio, le alcanzo una descripción sucinta del país y sugerencias para mejorar la gestión del gobierno que usted preside. Lo hago al margen de su desempeño e independiente de los cuestionamientos que la ciudadanía tiene a su gobierno. Mi propuesta va por el lado constructivo, porque esa es mi forma de ser. Lo hago por mi país. Deseo que su gestión sea revolucionaria.

Premier Otárola: usted sabe que el país es la expresión suprema del caos. Tanto el poder ejecutivo, del que usted es el jefe supremo, así como el Congreso de la República, no están gestionando el gobierno en función a los intereses ciudadanos. Su gobierno es complicado y en donde los procedimientos administrativos dirigen el accionar de los funcionarios públicos. No interesa servir al ciudadano sino el no cometer errores y evitarse el terror de lidiar con la Contraloría y los fiscales. Además, en el país existen tantos regímenes laborales donde se ha destruido la cultura de identificación de la gente con sus instituciones y de nada sirven tantas “capacitaciones” y los innumerables talleres o espacios de articulación. Desde el momento que no se miden los desempeños y los resultados que deriven del cumplimiento de las políticas públicas, nada podemos ver ni sentir.

Premier Otárola: necesitamos crear un nuevo funcionario, y que le importe el país. Rompamos con la falacia del dizqué tener “experiencia” en el sector público para trabajar en las entidades del Estado. Tenemos más de setenta políticas públicas, pero que a nadie le ha importado ponerlo en práctica. Da la impresión que el gobierno se realizara en un mundo de fantasía y las declaraciones públicas quieren darnos a entender que vivimos en el país de la felicidad. Pero tenemos problemas serios, señor Otárola: el cambio climático que ya lo sentimos; las tierras de cultivo que desaparecen por la voracidad urbanizadora; las fajas marginales de nuestros ríos, quebradas y lagos han desaparecido; alcaldes que tienen terror de aplicar la ley; el servicio de salud es desastroso y después de la pandemia del COVID-19 no se ha reorganizado. Lima ya se está quedando sin agua. El panorama ya pinta tenebroso, y quiero ayudar.

Premier: es necesario realizar una reingeniería de cómo entender y gestionar el Estado en los tres niveles de gobierno. Quienes gobiernan pueden tener limitaciones y falencias, pero si contamos con funcionarios idóneos, con visión y que usen la prospectiva estratégica, la ciudadanía podrá tener productos y resultados que le den calidad de vida. Y es de suma urgencia potenciar y consolidar el espacio intergubernamental del Comité de Gestión Regional Agrario (CGRA) para implementar las políticas nacionales agraria, forestal y ambiental, dentro de los criterios de la gobernabilidad y la gobernanza. El resto es cuento chino. Ya deben terminar las horas de los discursos. …. Me olvidaba: ¡Mejoremos las pensiones de jubilación porque están para llorar y no nos alcanza para vivir, señor Presidente! Ni para una cervecita. (Comunicando Bosque y Cultura).

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