Estudios clasifican de malo a pésimo; esto hace complejo y de alto costo si se intenta implementar sistemas de tratamiento para el consumo humano por su alto nivel de contaminación.
Basta con darse una vuelta por la zona del Alto Mayo para darse cuenta que lastimosamente el río Mayo, una de las vertientes más importantes de la región San Martín, se está convirtiendo silenciosamente en una cloaca por la falta de políticas para la protección del agua en las fuentes, por el vertido de aguas residuales sin tratar o con un insuficiente tratamiento del uso doméstico, industrial y otros; la contaminación de la aguas contaminadas se dan casi en todo su cauce, desde la provincia de Rioja hasta su desembocadura en el Huallaga, en la provincia de San Martín.
Una muestra, en el Centro Poblado de Pacayzapa,- uno de los con mayor indicador poblacional- en la jurisdicción del distrito de Alonso de Alvarado Roque, provincia de Lamas, existe una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales -PTAR-, el teoría en la planta se debería dar un adecuado tratamiento a las aguas residuales, para que esta llegue con el más mínimo grado de contaminación a las aguas de la quebrada Plantanoyacu, que desemboca en río Mayo.
La planta está abandonada, sus aguas contaminan no solo la zona donde se ubica, en temporadas de lluvia se desbordan, sino que el agua con residuos fecales, desbordan hasta el Mayo: este lamentable panorama se repite en los otros centros poblados en toda esa ruta, donde hay otros vertederos más pequeños, pero más contaminantes porque no tienen ningún tratamiento, como el de Pacayzapa.
Los poblados que se ubican en la ruta, desde Aguas Claras, pasando por San Fernando, Marona, Jerillo, San Miguel del río Mayo y muchos más ubicados al margen derecha e izquierda del río Mayo, lamentablemente se ha convertido en desaguadero de sus aguas contaminadas con desechos biológicos, porque no tienen, o no cuentan con proyectos PTAR.
El vertedero de Juan Antonio, es el más grande del Alto Mayo
Pero uno de los vertederos de coliformes fecales más grande, con contaminantes biológicos está en Moyobamba, en el sector de “Juan Antonio”, las aguas sucias, situación que está plasmada en el Plan de Gestión Integrada de Recursos Hídricos de la Cuenca del Río Mayo, elaborado por el Comité de Subcuenca Mayo, donde se señala escenarios de cantidad y riesgos de sus posibles afectaciones ante el cambio climático y gestión de riesgos en la gobernanza del agua.
Los estudios determinan que más del 36.6 por ciento de toda la cantidad de agua del río Mayo se clasifican de malo a pésimo la calidad del agua. Esto hace que, el aprovechamiento de una parte importante de las fuentes de agua superficiales se encuentra restringido al empleo de complejos y costosos sistemas de tratamiento para poder darle uso doméstico, por su elevado nivel de contaminación.
Quiere decir que, del análisis de la gestión de aguas residuales, da como resultado que existe una inadecuada gestión de las aguas residuales de los servicios de saneamiento y de las actividades productivas de la cuenca, constituyendo estos vertimientos y descargas el 96,7% de las fuentes contaminantes de la subcuenca del río Mayo y, dentro de estas, el sector saneamiento representa el 88,2% de los vertimientos no autorizados.
Debe saberse, que los estudios demuestran que los cuerpos de agua superficiales monitoreados en la cuenca del río Mayo, determina que el 36,6% de sus estaciones de monitoreo se encuentran clasificadas entre malos a pésimos estados de conservación de su calidad. Es decir, no se trata de un problema de cantidad de agua, sino de su mala calidad para el consumo humano.
DATO
Aun así, el presidente del Frente de Cívico de Defensa de los Intereses de San Martín –FRECIDES, Roger Heredia Núñez, pretende imponer que la captación para el megaproyecto de agua potable para Tarapoto sea por un sistema de gravedad del río Mayo, aun con un tercio de su vertiente estando contaminado por residuos fecales, es decir la posición de del dirigente carece de sustento. Por: César Alberto Gonzaga