Las manecillas del reloj anuncian las dos y media de la tarde de un solitario domingo de abril. Esta es la misma hora para la presidenta del Perú, Dina Boluarte, y para los gobernadores de Ayacucho, Wilfredo Oscorima y del Cusco, Wernel Salcedo.
El tema de los rolex marcó la agenda de varias semanas, la prensa documentó fotos, videos y todo tipo de acto público del último año de los involucrados para sustentar diferentes tesis sobre su origen.
El impacto del caso, tuvo un allanamiento a palacio de gobierno, una entrada con rompimiento de puerta en la casa de la presidenta en Surquillo y algunas mociones de vacancia que no han prosperado.
Se han desarrollado varias versiones como “Es de Antaño” “En una imitación”, “Es un regalo de un fan enamorado” y la última premisa de estas horas “Es un préstamo”. Independientemente de todo ello, la población tiene un sinsabor por la ausencia de claridad en esta situación.
Pues en un país donde existe una informalidad que supera al sesenta por ciento, donde hay zonas en las que nueve de cada diez niños tiene anemia o desnutrición crónica, donde los accesos a las zonas rurales no están pavimentadas y donde la pobreza aún tiene una agenda pendiente, mostrar artículos ostentosos no es un claro gesto de austeridad ante la población.
Leyendo en las redes sociales observo que existe mucha gente que no se explica el hecho de que una autoridad no le pueda poner una pista, otorgarle acceso a agua para consumo o construir una posta pero que si tenga dinero para comprarse un reloj de tipo rolex.
Ahora, veamos ¿Cuál es la finalidad de ponerse un reloj? Es mirar la hora. Hay otros expertos de la moda que afirman que un reloj es un tipo de accesorio que mejora la vestimenta en su conjunto.
Y si de mirar la hora se trata, han salido otros gobernadores a decir que ellos no usan ni Rolex ni Casio que miran la hora en su celular, veo en esta respuesta mucho sentido común de una autoridad que le da mensajes y gestos de austeridad a su población.
Y si de moda se trata, considero que las autoridades han sido elegidas para cerrar las brechas de los territorios, para combatir la pobreza y no para estar listos ante una pasarella de las artes y de los estilos.
Estás han sido las horas prestadas de esta agenda, horas que han consumido la arena del tiempo tanto en el ejecutivo como en los gobiernos regionales. Observemos que el gobernador de Cusco es también el presidente de la Asamblea de Gobiernos Regionales – ANGR.
Este escenario se da luego de una discrepancia entre dos comunicados en la ANGR. Por un lado, el consejo directivo y por otro lado una gran cantidad de gobernadores que salieron a rechazar las palabras del primer comunicado.
Fue el gobernador de Cusco quien lideró el pronunciamiento contra el ejecutivo y ahora es él un involucrado en una misma agenda con la Presidenta de la República.
Si bien es cierto, el gobernador Salcedo ya salió a pedir disculpas, la presidenta ya explicó su versión final, ya el gabinete Adrianzén logró el voto de confianza. Es momento para poner las barbas en remojo y prestar atención, horas y tiempo a los problemas económicos y sociales de la nación.