Hace algún tiempo le pregunté a un alto funcionario regional si conocía el significado y la misión del CGRA o Comité de Gestión Regional Agrario y su respuesta fue que “no sé qué es eso”. Si usted, amigo lector, le preguntaría a nuestra alcaldesa de Tarapoto es probable que su respuesta sea “no sé, y no me interesa”. Pues así estamos y es parte de la tragedia de la administración pública. Entonces, no estamos entendiendo el desarrollo y el proceso de descentralización del país.
El ingeniero Roaldo López Julca al prescindir de mis servicios en la Dirección Regional de Agricultura San Martín, ya no me permitió realizar la función de responsable del seguimiento de las acciones del CGRA. Lamentablemente nunca tuve oportunidad de tratar con este alto funcionario y catedrático para explicarle sobre las oportunidades de desarrollo que ofrece el CGRA. Mientras me desempeñé en esa función propuse una serie de estrategias para hacerla eficiente y efectiva y que el ciudadano sienta los resultados. Y hace poco, invitado para un temporal apoyo para fortalecer este espacio, preparé mecanismos de intervención para hacer realidad ese sueño que tenemos con el ingeniero Antonio Arce García -Gestor Territorial del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego- y Mario Enrique Rivero Herrera -actual director regional de la DRASAM- para que las cosas funcionen. Sin embargo,…
Quienes tenemos experiencia en la administración pública sabemos que los resultados de la gestión pública son consecuencia de un trabajo en equipo y, para eso, quienes dirigen las instituciones deben asumir compromisos integrales y no solo ser simples tramitadores y parte de las “reunionitis”, enfermedad endémica que asola la administración. Aunque no soy mezquino, ni tampoco sobón ni adulón, reconozco que los únicos directores de la DRASAM que han comprendido el rol estratégico del Comité de Gestión Regional Agrario fueron el ingeniero Daniel Vásquez Cenepo y el actual director. Sin embargo, falta ese punto de quiebre y llenarse de un poco de valor y de huevos para dar ese salto estratégico y no quedarse en buenas intenciones.
El gobierno regional y los gobiernos locales tienen la obligación legal y administrativa de impulsar el desarrollo dentro del marco de la descentralización del país. Escribía líneas arriba que para lograr ese desarrollo tiene que realizarse una gestión descentralizada y dentro de estos términos me he dirigido al gobernador Walter Grundel y, a estas alturas, sus gerentes y funcionarios ya deben de haberle alcanzado informes y una breve ayuda memoria sobre las propuestas que he presentado, y que es parte de sus responsabilidades. O de repente, están archivadas. De todas maneras, voy a realizar el seguimiento virtual sobre qué decisiones administrativas y gerenciales se han tomado.
La gestión pública tiene varios enfoques. Dependiendo del gusto de cada quien –y de los “expertos”, especialmente–, para mí son cruciales los del desarrollo humano, el desarrollo económico integral y sostenible y la formación personal y profesional de quienes dirigen los procesos. El resto son vainas. (Comunicando Bosque y Cultura).