28.8 C
Tarapoto
domingo, mayo 5, 2024

La educación rural, abandonada y pintoresca

02

Buen viernes para todos como están nuevamente estamos muy cerca para compartir nuestro sentimiento y nuestras ideas para asumir roles imprescindibles en nuestra sociedad lleno de detalles y formas convencionales y no convencionales que se muestra hoy en día.

Hoy justo en este día estamos pensamos en la educación de nuestros hijos las respuestas vienen y van más aun la preocupación más fuerte es ¿Quién será el profesor de nuestros hijos? Los útiles escolares y otros detalles fundamentales de la educación colegio.

Este día no podemos olvidar por regularidad las experiencias de una escuela rural de aquel docente que lucha diariamente en todos sus detalles de enseñanza del mismo modo aquel padre de familia que propone invertir las horas de sus hijos en alguna escuelita rural llena de vacíos y abandono.

Pensando en ello en nuestro país el tema de educación rural las inversiones son pocas por no decir casi nada los esfuerzos en una inversión clara y equitativa en ese sentido no se han hecho esperar, la cobertura educativa, aunque sin calidad, que permite el acceso de la población al sistema es destacable.

La atención que se brinda a los niños entre 6 y 11 años es del 97,6%; mientras que los de edades comprendidas entre 11 y 16 años es de 83,4%1. Llama la atención, sin embargo, que a pesar de estos logros el Perú muestra una realidad educativa deprimente y variopinta cuyo matiz más doloroso y dramático se encuentra en la Educación Rural, llamada así como expresión de la ancestral diferencia entre lo que es el campo y la ciudad y que, por si sola, connota una larga lista de desventajas, necesidades y problemas en nuestro país.

Las cifras, son elocuentes y hablan por sí solas. La tasa neta de cobertura en áreas rurales en el Perú tan solo llega al 43% en educación inicial, 90.2% en primaria y 52,6% en secundaria; las tasa de conclusión de primaria y secundaria ascienden al 59% y 24% respectivamente. Así mismo, la elevada deserción escolar (3,9% en primaria y 6,8% en secundaria) y las altas tasas de repitencia –el 12.8% de la población rural desaprueba primaria y el 9,7% la secundaria- . Se presenta, también el porcentaje de niños que no acceden a la escuela debido a su limitada situación económica. El 8,2% de varones y el 14,2% de mujeres.

Estos grupos pasan luego a engrosar la estadísticas de analfabetos en el Perú, cuyos mayores porcentajes se encuentran en las zonas rurales (12,1%) y en la población femenina (37,0%) 2. La educación rural tiene rostro de mujer.

El déficit de la cobertura educativa se agudiza por la pésima calidad del servicio que se brinda en las escuelas rurales que son multigrados o unidocentes; en mi mente está que este tipo de educación unidocente debemos promover otras estrategias ´para una mejora del docente y alumno en la enseñanza y aprendizaje y al final el estado debe invertir en las escuelas de calidad en nuestra zona rural al final proponer eliminar las famosas escuelas unidocentes. En el Perú existen cerca de 24 mil centros educativos de primaria de menores multigrados, que representan el 73% de las escuelas primarias del país. El 32,1% de la matrícula total de primaria es atendida en escuelas multigradas y 33,9% de maestros enseña en ellas. El 90% de Instituciones Educativas de Primaria rurales son atendidos por docentes con más de un grado a su cargo 3 El 37% del total de las escuelas son atendidas por un solo docente y 31% tiene dos docentes.

La zona rural, diversa y compleja por las particularidades geográficas y culturales de los centros poblados, comunidades y caseríos, unos ubicados en el litoral de la costa; otros en la sierra y también en la ceja de selva, acoge escuelas multigrados con singularidades propias pero con problemas comunes como la precaria infraestructura, mobiliario y equipamiento inexistente; aislamiento, pobreza extrema en la población; altas tasas de desnutrición, problemas de salud, extraedad y retraso escolar en los alumnos.

En esta realidad no puede dejar de considerarse que el funcionamiento de las escuelas multigrados y los logros de aprendizaje de niños y niñas de las áreas rurales dependen bastante más que en otros contextos, del trabajo que realiza el docente. Su desempeño, la regularidad en su asistencia, su motivación, compromiso e interés, su calidad humana y profesional definen en gran parte la calidad, eficacia y eficiencia del servicio educativo rural.

Esto indica que mientras más alejadas estén una población y su escuela de la capital distrital o provincial, o de los centros urbanos en general, el grado en que la escuela depende de su docente es mayor. Este hecho es aún más innegable, cuando se toma en consideración que la gran mayoría de niños y niñas que viven en zonas rurales, su relación con la escuela y la educación formal está restringida a lo que se ofrece en su propia localidad. Es la única oportunidad que tienen para educarse y lograr una mejor calidad de vida. Negársela es un atentado a sus derechos como persona.

Lamentablemente, por la falta de control y supervisión de los organismos responsables la jornada escolar diaria se reduce a unas pocas horas, los horarios no se cumplen; la semana escolar es de tres o cuatro días por los desplazamientos que realiza el docente rural de su centro trabajo a su domicilio, que por lo general se encuentra en la zona urbana. Ello contribuye a depreciar el servicio educativo que se brinda en la escuela rural.

Resultados de investigaciones recientes sobre calidad de los aprendizajes en el Perú, muestran las significativas diferencias entre los rendimientos promedios de los estudiantes de las zonas rurales y urbanas en el Perú, con claro perjuicio para los primeros, lo que pone de manifiesto el profundo problema de equidad que aqueja el sistema educativo peruano.

Por último, si bien la Educación Rural, en estos tiempos ocupa un espacio central en las políticas educativas; prueba de ello son los innumerables proyectos educativos rurales que se ponen en marcha para superar la depresión de la Escuela Rural; algunos orientados por el Ministerio de Educación; otros por la Sociedad Civil Organizada, es menester incorporar en los Proyectos de Educación Rural una integralidad en el tratamiento de los problemas que abarque las dimensiones pedagógica, cognitiva y afectiva de los agentes de la educación, pero también la dimensión social y ética que enmarquen las decisiones que se toman con respecto a los procesos que se dan en el ámbito rural.

Artículos relacionados

Mantente Conectado

34,543FansMe gusta
280SeguidoresSeguir
1,851SeguidoresSeguir

Últimos artículos