El estrés laboral es uno de los principales problemas para la salud de los trabajadores. Es el único riesgo ocupacional que puede afectar al ciento por ciento de los trabajadores. Generan alteración del estado de salud, ausentismo, disminución de la productividad y del rendimiento individual, y aumento de enfermedades, rotación y accidentes. Causan alteraciones del sueño, digestivas, psicológicas, sociales y familiares, y riesgos de accidentes.” (OMS)
El estrés laboral es la reacción que puede tener el individuo ante exigencias y presiones laborales que no se ajustan a sus conocimientos y capacidades, y que ponen a prueba su capacidad para afrontar la situación.
¿Qué hacer cuando el estrés limita nuestra vida laboral?
– Disfruta de veinte minutos diarios que sean sólo para ti. Respira, no tienes que hacer nada ni pensar en nada, es tu tiempo, la meditación puede ayudarte.
– Dormir bien y las horas adecuadas (8 horas) permitirá la relajación total. Evite que sus momentos, cuando está sin trabajo, sean interrumpidos y procure no llevar tensión laboral a la casa.
– Procure siempre una sana alimentación, Es vital para consolidar un cuerpo sano. El momento de comer es muy importante para relajarse y desconectarse de la vida profesional. No lleve el trabajo a la mesa y procure incluir todos los grupos de alimentos.
– Fomentar el amor propio permite que usted se sienta orgulloso de sus logros, al tiempo que permite asumir mejor los errores y buscar soluciones más viables.
– Hacer mínimo 30 minutos de ejercicio diario ayuda a combatir el estrés, segregarás endorfinas, que te ayudará a ver todo de otro modo. Caminar, trotar, nadar, el yoga o la meditación, permiten despejar la mente, tomar decisiones y aprender a llevar las cosas con más calma.
– Practica el sentido del humor tan necesario en el día a día. Ríe y sácale provecho a las cosas.
– La capacitación constante no solo permite actualizar las competencias profesionales sino que también es un antídoto de motivación profesional.
– Busca una solución ante los conflictos. Evita preocuparte por el curso de los acontecimientos antes de tiempo: practica la inteligencia emocional de ocuparte en lugar de preocuparte.
– Durante tu tiempo de ocio, cultiva tus aficiones personales.
– Distribuya y organice su tiempo para realizar las tareas diarias, Llevar una agenda.
– Si el estrés se convierte en un factor limitante en la rutina diaria es muy importante consultar con un especialista.