El reciente caso de la FIFA, que parece ser un organismo decididamente corrupto, nos trae, por asociación, el recuerdo de los chantajes del chiclayano Manuel Burga Seoane quien, ante las amenazas de ser denunciado por probables latrocinios durante su gestión al frente de la Federación Peruana de Fútbol, salía con el cuento de que el Perú sería desafiliado de las competencias internacionales y los jugadores peruanos vetados para no jugar en ningún otro país, quedando como parias de la comunidad universal.
La habilidad del abogado Burga le permitió quedarse en el cargo por muchísimos años gozando de los privilegios que todo ello representaba: viajes, viáticos y sabe Dios tantas cosas que ese privilegio representa, habiéndose armado todo un tinglado para que las cosas se mantuvieran tal como estaba diseñado por la mafia futbolera. El resultado fue como sabemos: Burga y su grupo disfrutando del poder; y el Perú futbolístico estaba para llorar.
Todas las personas que hayan asistido a un taller, curso o diplomado de Contrataciones del Estado, recordarán que los expositores –siempre dicen que son expertos del Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE)- terminaban los análisis de casos, con el ya casi estribillo: “si no lo hacen tal como lo dice el Reglamento, tendrán que explicarle después al Juez”.
Los funcionarios públicos, casi siempre, son las personas a los que la cultura del miedo los tiene permanentemente en pindinga. Muchas personas trabajan con un miedo cerval a los órganos de control, o las gestiones directivas. Los diarios nos traen las noticias permanentes de las amenazas de la “muerte civil” a los corruptos de la administración pública. Y toda esto de querer arreglar los entuertos en los que nos han metido los políticos corruptos –que para desgracia y maldición del país, nos amenazan con querer seguir gobernando—lo hacen con una parafernalia de leyes contra la corrupción, endureciendo las penas, cuando vemos en qué situación han dejado al país los líderes políticos corruptos a partir de complicidad de las mismas instituciones encargadas de administrar justicia. (El caricaturista “Carlín”, de La República, con su fino humor e ironía “destaca” la participación en este entuerto de un ex Fiscal de la Nación como el archivero de un conocido y ególatra político nacional).
Los grupos de poder, a través de la prensa les meten miedo al gobierno y a los congresistas. Por ejemplo, en el tema de la concentración de tierras y el nuevo latifundio en el Perú, el diario El Comercio editorializa con el título “Tierra y libertad”, afirmando que “limitar la propiedad de tierras agrícolas es un freno al sector agrario”, y perversamente manipula agregando que “en vez de levantar barreras, el Estado debería incentivar el uso productivo de las tierras ociosas”, asociando poder de concentración con libertad, pero no dice nada sobre la concentración de inmensas extensiones de tierras en la Costa, donde un grupo económico posee casi cien mil hectáreas. Como puede verse, un inteligente argumento manipulador.
Los peruanos debemos salir de ese círculo del miedo al que nos tienen acostumbrados los políticos corruptos y sus medios. Y aprender que quienes meten miedo a la gente son los que viven con sus miedos de manera permanente.