“Hay confianza, cariño, respeto, y sin dudarlo por lo menos en mi caso tener sexo con una amiga del alma, es mucho más divertido que hacerlo con una desconocida, por la cual no siento nada”, finaliza el susodicho que busca una amiga con cama adentro.
Sí. Esto de tener una cómplice como amiga en el rin de las cuatro perillas se ha puesto muy de moda últimamente. Las relaciones en el siglo XXI son más complejas, el nivel de compromiso se ha relativizado y no se puede negar que la idea es ardiente y excitante.
Los amigos “Frees”, son las relaciones sin compromiso, en una era donde los príncipes azules, los novios empalagosos y los esposos tradicionales, están en peligro de extinción. Quienes optan por este tipo de relaciones, no quieren perder su independencia por las exigencias de una pareja normal.
Resulta pues a la larga, un juego peligroso para quienes deciden convertirse en “incondicionales del placer”. El juego afectivo supone que no existe una unión emocional, y en donde las reglas de la relación buscan sólo la satisfacción sexual o el contacto físico de manera esporádica. Las obligaciones quedan fuera, la mayor ventaja que presenta la relación es que es “free”, evidentemente no existen responsabilidades, lo que para muchos puede ser como quitarse un peso de encima, porque así no cargas con esposo, novio, hijos o decepciones amorosas.
Esto es más común de lo que te imaginas, la cucufatería y la doble moral quedan atrás, porque en la actualidad la vida te muestra la verdadera realidad. Muchachitas aún con olor a secundaria, ya son expertas maestras en este tipo de relaciones, son bacanes, ya son grandes dicen ellas, el tener novio es cosa de tontos, ya no existen las manitos mojadas, la complicidad con el “mejor amigo”, ganó espacio en este juego del placer.
No vayan a pensar que este tipo de relaciones sólo son exclusividad de los pulpines, pues no, estas relaciones no tienen límite de edad, conforme más “maduro” sea, más emocionante es el juego.
Quienes valoran mucho su independencia, aprecian profundamente sus actividades libres y sin ataduras, y no creen conveniente limitar su vida holgada ante las exigencias de una relación tradicional, no tardarán en buscar una amiga con cama adentro.
Si la persona toda su vida establece este tipo de relaciones “amorosas”, al pasar el tiempo empezará a notar que se está quedando sola, ya que no creó ningún vínculo duradero.
Mujeres piñas del mundo, levanten la mano si alguna vez en su vida han caído en el juego de una relación free con un amigo? ¿Hay manos arriba? Listo, evidentemente en el proceso de temer “quedarse solas”, más de una ha aceptado tener “un peor es nada”, que es tu pata y te lleva a la cama, pero que a la luz del día, para él no eres nada, sólo su amiga.
La nueva plaga de estos tiempos se llama “quiero ser tu amigo” o cualquiera de sus variantes: “quiero que sigamos siendo amigos”, “no quisiera jamás perder tu amistad”, “te valoro mucho para perderte como amiga” y el súper atrevido y conchudo “siempre serás mi mejor amiga”.
Vivimos en un circo de los populares “espíritus libres”, del “no eres tú, el problema es que soy demasiado independiente”, “necesito vivir nuevas experiencias” (ajá, cada fin de semana), “no estoy listo para algo en serio”, “hoy te duele, pero me lo agradecerás mañana” y demás babosadas que sólo son código para pasar el rato contigo, pero nada más, y ¡ojo! eso tienen que tenerlo clarísimo.
¿En serio? No jodan pues. Las solteras y solteros saben que no es tan fácil conseguir a alguien que tenga las tres B. Bueno, bonito y bacán. Pero, tampoco están para conformarse sólo con las migajas del pan. Una voz irritante a la lejos se escucha “Vive la vida, que sólo es una”, como una copia barata de lo que es Susy Díaz, me pregunto ¿En verdad les gusta aceptar ser nada en la vida de alguien?
Definitivamente, este nuevo tipo de relación tiene que ver con la libertad sexual, característica de la última parte siglo XX y el inicio del XXI. Ahora, dejó de estar de moda toda la galantería y el “cortejo” entre las parejas y preferimos saltarnos todo eso. Decidimos ir directo y, sin darnos cuenta, estamos creando formas de relacionarnos, que involucran nuevas reglas; reglas donde la individualidad toma un papel muy importante.
Estamos en una etapa de “experimento”, de simples ensayos. “La vida es una”, muchas gozan y otras lloran cortándose las venas. Y en este dilema, la vida sigue siendo relativa. Poco o todo. Amor o placer. Vida o ensayo.
Nada serio y nada de exclusividad, una amiga con cama adentro.