La Dictadura Perfecta es una película mexicana que grafica con gran calidad, la realidad que existe entre el maridaje delos grandes medios de comunicación y el poder imperante.
La trama cuenta la historia del gobernador de un estado mexicano quien se ve involucrado en un escándalo de coimas, al ser grabado recibiendo un maletín lleno de dólares de parte de un narcotraficante. Llega al medio de comunicación que denunció el hecho y les ofrece sin medias tintas un maletín colmado de dinero, tal como recordamos las imágenes de Montesinos entregando pilones a dueños de medios(desnudos en ese entonces y no por ello santos en el presente).
El dichoso gobernador, no solo no es echado de la televisora a patadas, como debería suceder con gente de buenas intenciones, sino que obtiene hasta la asesoría de los periodistas para cumplir sus fines: que la gente se olvide del videíto que le sacaron. Y para ello, había que promover un evento que borre de la atención ciudadana el acto de corrupción y centre su atención en un hecho absolutamente emocional. Para ello, utilizan el secuestro de dos niñas, promovido por personajes ligados a la policía. Se parece tanto a lo que sucedió con el caso del asesinato de Miriam Fefer Salleres, cuya hija fue encarcelada sin pruebas. Tanto a lo que pasó con la muerte de un joven en el cañón del Colca, siendo su enamorada juzgada al extremo por tener una mirada distante y no caerle bien a los periodistas.
Tanto a la muerte de la cantante de Corazón Serrano, por la que destruyeron a su esposo, a quien distanciaron definitivamente de sus hijos y le crearon un dolor que nunca saldrá de su alma. Las víctimas no importan. Solo la persecución final.
El olvido absoluto. Lo cierto es que los medios de comunicación, fundamentalmente los capitalinos, con técnicas muy discretas, y muchas veces con absoluta desvergüenza querrán dirigir nuestra opinión, pero no en base al desenmascaramiento de simpatías (tal como lo hacen los medios de comunicación por ejemplo en Estados Unidos), sino de forma subterfugia, jugando con es ubconciente.
No debemos olvidar lo sucedido con el grupo El Comercio, cuyo principal diario en manos de Martha Meier Miroquesada vivió su propio oscurantismo medieval apoyando sin restricciones, como una maquinaria dispuesta a tirar a país abajo, al fujimorismo. No porque apoyasen al fujimorismo exactamente, sino por haber pervertido todo principio rector de la ética periodística, destruyendo la característica pluralidad de los medios. Ojalá no vuelva a repetirse cosa parecida.