En esta semana se conmemora una vez más a aquellas mujeres que lucharon por un mundo más justo, por la igualdad de sus derechos y su lucha incansable por tener las mismas oportunidades que los varones en cada rincón del planeta a través del tiempo. Esta realidad ha generado muchos escenarios interesantes en los temas marketing y publicidad, pues su intervención en estos cambios han dado lugar a nuevas estrategias que las empresas y las marcas plantean.
Hablemos un poco de la situación peruana, hace unos días en un programa dominical, se evidenció que más de la mitad de la población de nuestro país está conformado por mujeres, ese porcentaje es evidente cuando uno observa que hoy en día hay más mujeres participando de eventos y cosas que hace mucho tiempo eran “solo para varones”. En el mundo, según “The Economist”, la mujer toma el 85 % de las decisiones de todo lo que se vende en el planeta. En mi historia personal, en la maestría de marketing que hice en la UPC, de las 30 personas que asistimos, solo éramos 8 varones; y vaya que fue tema de discusión este caso particular, porque en el marketing las prácticas “unisex” están quedando en el olvido y, no se trata de que uno es mejor que otro, se trata de neurociencia, se trata de que las mujeres deciden mucho más a través de su sistema límbico en su cerebro, es decir, se dejan llevar más por sentimientos y emociones, recurren a estos factores porque son los que rigen su comportamiento en la mayoría de los casos; a diferencia de los varones que utilizan más el neo córtex, es decir, son “más racionales” a la hora de su compra, se toman un tiempo más para analizar sus opciones y muy raras veces actúan con base en emociones. Solo pónganse a pensar en la moda del “selfie”, las compañías de móviles empezaron a fabricar sus dispositivos porque esta tendencia de los autorretratos la empezaron las mujeres, estas innovaciones se hicieron pensando en ellas. Curiosamente, existen empresas que se han equivocado queriendo asumir que conocen esta realidad, y vaya que realmente les ha ido mal. Un claro ejemplo de esto es BIC, sí, la compañía de bolígrafos francesa que hace unos años sacó un bolígrafo “Bic para ellas”, en colores rosado y púrpura que encajan perfectamente en la mano de una mujer ¡wow, las chicas han venido utilizando bolígrafos de varones hasta ahora!, ¿realmente se puede asimilar esto? Resultó ser demasiado ridículo y sexista, la gente empezó a bromear que el lapicero era para que las mujeres al fin puedan escribir sin errores ortográficos lo que sus jefes les ordenaban, la campaña junto con el producto resultaron ser un fiasco.
¿Pero en realidad tenemos que hacer marketing para mujeres y otro para varones? Generalmente sí, no podemos abordar a nuestros segmentos con las mismas estrategias por igual, recuerden que muchos productos poseen atributos muy característicos que son del agrado de exclusivamente las chicas y, esos mismos repelen a los varones; por ejemplo, en muchos anuncios publicitarios, el exceso de información y colores les resulta muy complicado de asimilar a los varones, no consiguen tener el impacto que podría causarles a las damas. Podríamos decir que los varones necesitamos cosas puntuales y que vayan al grano; a diferencia de las mujeres, quienes necesitan muchos más detalles, necesitan comparar, se orientan a lo afectivo y luego deciden.
La verdad es que pensamos en formas distintas, así fuimos evolucionando; si quieren aprender y reírse un poco sobre esto, busquen en YouTube, “La historia de las dos cajas”, en donde explican con humor cómo piensan ellas y cómo lo hacemos nosotros los varones. Finalmente, desde el punto de vista antropológico y social, las mujeres han adquirido las mismas oportunidades y derechos en el mundo, hoy en día son más autónomas; sin embargo, desde el punto de vista comercial, nuestras decisiones a la hora de comprar siguen siendo muy independientes entre ambos sexos. Si llegásemos a entender a fondo las necesidades de las mujeres, éstas podrían convertirse en las portavoces de nuestras marcas, tenemos mucho trabajo en este escenario. ¡Así que chicas, gracias por leerme siempre y no se olviden de comprar el Diario Voces todos los jueves!
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