PPK se colocará la banda presidencial este 28 de julio, según Ipsos con por lo menos un 56% de peruanos que aprueba su desempeño político como presidente electo, superando a su principal contrincante de las pasadas elecciones presidenciales Keiko Fujimori que sólo recibe la aprobación de un 38% de peruanos, mientras que un 53% lo desaprueba. Está claro que la actitud intransigente, rencorosa y cerrada al diálogo del fujimorismo está siendo calificada como negativa por la mayoría de peruanos.
Ahora, iniciar un gobierno con una percepción de la opinión pública favorable es auspicioso, además que es prácticamente un común denominador en todo inicio, es parte de la luna de miel, que como toda realidad tiene su final, y que si no se guarda pan para mayo esta se puede volatilizar rápidamente o veamos al mandatario Ollanta Humala que arrancó despertando grandes expectativas, hoy se despide opaco y por debajo del 30% de aprobación.
PPK también arrancará probablemente sin conseguir reunirse con Keiko Fujimori, que vale más por lo que representa su numerosa bancada parlamentaria que por su desempeño profesional, laboral, democrático o político. Una de los medios de contener el torrente de puyas fujimoristas obliga a PPK articular un equipo ministerial de contención y avance, que despegue y que de la pelea, y aquí considero que no se ha evaluado el real peligro que representa el fujimorismo, el gabinete debió ser en primer lugar más plural, más político, y con rostro más social, más de pueblo, el que nos han presentado está muy jalado a la CONFIEP y a la banca; y hasta en temas tan sensibles como género tenemos 5 mujeres y 14 varones, o en inclusión, no creo que lo más acertado haya sido colocar a Cayetana Aljovín que comandó la privatización en la era Fujimori/Montesinos.
Si PPK sale a la cancha con un equipo ministerial poco plural y con el timón a la derecha, el fujimorismo que hizo denodados esfuerzos por rebautizarse como movimiento político renovado, que marcaba distancia de los 90’, comete el error de colocar como cabeza del congreso a una conspicua visitante de la ‘salita del SIN’ de Montesinos, lo que lo entrampa en la disyuntiva ¿estamos ante un fujimorismo renovado, o la anunciada renovación sólo fue pose de campaña?
Así están las cosas respecto a los dos principales responsables de la conducción del país, PPK en el Ejecutivo y el fujimorismo en el Legislativo. Otras organizaciones políticas están en pleno proceso de reacomodo y definición, por ejemplo, el APRA y APP han anunciado conformar la mesa directiva del Congreso, es decir en la práctica se van con el fujimorismo; el FA no estará en ninguna cartera de PPK, tampoco se sentará junto al fujimorismo en el Parlamento. AP por su parte ha considerado que el Congreso de la República debe otorgar el voto de confianza al Gabinete Ministerial, liderado por Fernando Zavala.