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Hola mis querido amigos y lectores de cada miércoles nuevamente estamos de vuelta como cada semana. Dejando de lado la exigencia real de la provincia de Picota, pregunto: ¿Dónde están los dirigentes del SUTEP?.. Los maestros debemos de hacernos respetar y tirar por la borda aquellos sinvergüenzas dirigentes que en su época hicieron del Sutep un gallinero con defecación.

Aun es peor aquellos dirigentes se aprovecharon en su momento, alguno de ellos gracias a ser dirigentes removían contradicción para no ser evaluados y fueron los primeros en sentarse en aquella primera evaluación para perseguir la nueva Carrera Pública Magisterial.

A este tiempo ¿Estamos evaluando para la vida como dice las teorías de Piaget, Ausbert? Sin embargo la exigencia del Estado de cada año es la ECE- Evaluación Censal de Estudiantes, además que el maestro debe ser acompañado y monitoreado el mismo que hay algunas herramientas de fortalecimiento.

Es cierto que los problemas de los niños de educación primaria, en realidad el problema es complejo y tiene múltiples respuestas, algunas de las cuales son: las bajas expectativas del docente sobre las posibilidades de aprendizaje del niño; escasa confianza del docente en su capacidad para enseñar, debido a inconsistencias en su formación inicial y en servicio; debilidades del vínculo docente–alumno, donde el docente no estimula a los niños a desarrollar sentimientos de seguridad y confianza en sí mismos y menos a participar activamente en su aprendizaje; deficiente manejo de las transiciones hogar-escuela e inicial-primaria; ambientes de aprendizaje en el hogar y en la escuela que no aseguran una vinculación temprana de los niños con el código escrito.

El problema crítico de la educación y la sociedad peruanas son las abismales diferencias entre la educación que reciben los niños de la ciudad y el campo, de la escuela privada y pública, de la educación formal y no formal.

En los extremos están, por un lado, los hijos de familias pudientes que estudian en colegios particulares y, al otro lado, los hijos de comuneros andinos y amazónicos que asisten a escuelas unidocentes o multigrados.

La educación, en estos casos, lejos de ser un mecanismo que contribuye a reducir las inequidades sociales, podría tener como efecto inesperado la acentuación y hasta la perpetuación de las desigualdades existentes. Utilizar la educación como estrategia para reducir la pobreza requiere, entonces, de urgentes cambios en la sociedad y de una nueva educación.

Pero sigue sorprendiendo hace mucho tiempo los candidatos presidenciales siguen siendo como una presa tan fácil el tema educación, todos quieren subir el sueldo de los maestros como el caso PPK, que manifestó que al inicio de su mandato reveló el incremento de sueldo de nosotros los maestros y paree que es otra mentira ¿Hasta cuándo?

Sin embargo nos preocupa de manera excepcional el tema educativo es nuestro pan de desayuno y es complicado y es el mayor problema: La baja calidad educativa. Otros problemas son el bajo nivel pedagógico como consecuencia de la limitada formación docente, la deserción escolar y la falta de un trabajo desde y a través del arte, que se encuentra relegado en la educación primaria.

Maestros debemos levantar la mano y que nadie se aproveche ni siquiera los últimos dirigentes que solo sirven para nada, no inclinemos la cabeza por algunas propuestas mal hechas por “burócratas educativos” que apenas salen de la universidad y plantean según ellos “novedades en educación”

Es bueno ahora reflexionar observar a la evaluación no como un proceso, sino como el instrumento que nos permite pesar cuanto aprendió el alumno, el cual es magullado en algunos casos o premiado en otros, sin revisar a través de la misma nuestras capacidades y comportamiento como educadores.

Si examinamos los conocimientos ofrecidos, las posibilidades de apropiación que prometemos, las herramientas que apostamos a disposición del alumno, nuestra creatividad y actitud, obtendremos hablar de un sistema de evaluación justo y acorde a los sistemas educativos actuales.