La ley de la muerte Civil, que viene estudiando el ejecutivo para su respectiva promulgación, previa lógicamente de la aprobación del Congreso. ¿Creen ustedes amables lectores que esto se hará realidad? Personalmente yo no creo.
Así como la cárcel no cambia a las personas, pues liberados sea por influencia o por haber cumplido su pena privativa de la libertad, sino vuelve con más potencia a sus mismas andadas, siempre tendrá la huella genética del delito para seguir sus proyectos ilícitos, casos excepcionales de unos pocos que empiezan a caminar por senderos correctos por donde siempre deben haber caminado.
Así como la pena de muerte no le da temor al delincuente, simplemente porque sabe que no pierde nada, porque hace ratos que perdió todo desde el primer momento que empezó a matar, a robar, a estafar, a secuestrar, a violar, es decir, desde el primer momento que empezó a participar en el mundo del hampa en todas sus modalidades, ya perdió todo. De modo que una condena de unos cuantos años, hasta la cadena perpetua o pena de muerte, no le hace cosquillas de lamentación, ni mucho menos de rectificación a un delincuente.
Se ha preguntado usted ¿cuánto gasta el Estado en mantener a personas condenadas en la cárcel?
El especialista en economía, Carlos Urrunaga, dio cifras impactantes sobre cuánto nos cuesta a los peruanos mantener a un reo en prisión. En cifras macro: El ministerio Público a los peruanos nos cuesta 1600 millones de soles al año.El Poder Judicial nos cuesta dos mil millones de soles. El sector justicia y las cárceles nos cuesta dos mil millones de soles. En el Perú hay 780 mil presos y un presupuesto para ellos de 607 millones de soles. Es decir, cada preso les cuesta a los contribuyentes peruanos que pagan IGV y consumiendo, cuando pagan su renta anual: 7 mil 800 soles anuales. “Pero basta que este señor salga y robe un celular al día para que en tres o cuatro semanas supere largamente los 7 mil 800 soles”, señala Carlos Urrunaga.
Hace tiempo que se informó por ejemplo que mantener las condiciones carcelarias del ex presidente Alberto Fujimori le cuesta nada menos que S/. 440 mil al año al Estado peruano, según informó el jefe del Instituto Nacional Penitenciario (INPE).
El funcionario penitenciario detalló que se ha asignado a 17 personas al penal de Barbadillo, ubicado en el interior de la Dirección Nacional de Operaciones Especiales (Diroes) de la Policía Nacional y donde el ex mandatario cumple su sentencia de 25 años de cárcel por las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta.
Además, el jefe del INPE señaló que la Base Naval, donde se encuentran los terroristas Abimael Guzmán, Óscar Ramírez Durand ‘Feliciano’ y Eleuterio Flores ( ‘Artemio’), entre otros, y el ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos, le cuesta S/. 100 mil al año al erario nacional.
Prácticamente los peruanos honestos y conscientes trabajamos para que los delincuentes pasen de la mejor vida en las cárceles, y un presupuesto anual de 607 millones de soles que tiene que destinarse para ellos, cuando muy bien ese presupuesto podría destinarse muy bien para la realización de obras en el país y para la remuneración digna de los trabajadores.
Por ello algunos países, sin ir muy lejos, EE.UU, con dos sistemas de partido político,(los Republicanos y los Demócratas), que pueden estar en desacuerdo con cualquier otro tema, menos con la delincuencia, que frente al crimen organizado hablan un solo lenguaje y tienen una sola ley que determina la pena de muerte a ese delincuente.
El Estado norteamericano se ahorra millones y millones de soles con este sistema jurídico estricto contra la delincuencia.
Pero acá nuestras autoridades peruanas son tan blandas, flexibles y hasta condescendientes con el delincuente. Aún cuando un delito es fehaciente, un juez o un fiscal corrupto cualquiera, interpretando a su manera la ley o bajo el acomodo de miles o millones de soles de pago, el delincuente camina como Pedro en su casa en la ciudad.
Más que una ley de muerte civil, las autoridades peruanas deberían ser bastante drásticos con la delincuencia, de tal forma que no le cueste un solo sol de gasto al erario nacional.
¿Posible esto? Con el tipo de sistema jurídico que tenemos, imposible; y con el tipo de autoridades, sea a nivel ejecutivo y legislativo, que últimamente ambos poderes están en un apasionado coqueteo de beneficios personales y de grupo y cero impunidad, jamás podría hacerse realidad, de modo que los gastos millonarios para mantener la delincuencia en las cárceles, será una eternidad, y las inversiones millonarias para una mejor vida en la sociedad, simplemente un imposible sueño.