Esta semana estuve tres días en el bosque, la semana pasada otro tanto y eso me ha dado el tiempo suficiente para reflexionar.
Sobre lo inmediatistas que somos los seres humanos, sobre todo los peruanos. Si pues, vamos a lamentarnos hasta que esto sea un recuerdo. Después de eso nos olvidaremos de los guardianes del bosque y de quienes hacen de San Martín una región segura en medio del desastre que se llama Perú.
Otros siguen hablando de los políticos, de las consecuencias del desastre y de lo mal que se manejan las cosas con la leche derramada, pero no sobre las necesidades del bosque y de los soldados que lo cuidan.
Seguiremos insultándonos por razones políticas de un lado a otro. Nada de pensar en quienes proponen, levantan piedras, siembran árboles, distribuyen las semillas y nos salvan de los huaycos. En lugar de escucharlos y ayudarlos para que el futuro no nos condene a lo mismo que sufre el país, escuchamos a los políticos con su asquerosa verborrea y que desde sus escritorios arman estrategias para verse más bonitos ante un público hábido de escuchar sus mentiras y sus posturas hipócritas.
En lugar de ensuciar tus ansias de ser conocido utilizando el teclado en las redes sociales, te propongo amigo sanmartinense, aportar a las actividades de conservación que realizan los soldados del bosque. Eso es realmente efectivo. Insultar a un político no suma, ni sirve. Trabajar por el destino ayuda mucho más en este momento en el que el Perú necesita más manos y menos palabras.
Infórmate, observa, conoce, camina. Siente a la naturaleza pidiéndote respeto y ayuda a sanar el mal que le hemos hecho. En lugar de insultar a políticos, siembra, ayuda a los animales a seguir sembrando. No tendrás tantos likes en el Facebook, pero te aseguro que eso es mucho más efectivo.