A LOS 112 AÑOS
Juanjui. Luego de permanecer postrado por algunos meses en su modesta vivienda del Asentamiento Humano 28 de Julio de Juanjuí, dejó de existir Vicente Montenegro Sempértegui de 112 años de edad, el anciano más longevo de Mariscal Cáceres y posiblemente de la región San Martín. Murió lúcido y lleno de vida a causa de la vejez.
El octogenario nació en 1905 en Cajamarca. Cuando aún en vida, tuvimos la oportunidad de conversar con él, y nos señaló que en su niñez y juventud fue siervo de un gamonal de su tierra.
Hace 35 años vino a Mariscal Cáceres, en compañía de su mujer Marcelina Altamirano (93) con sus hijos que también viven en situaciones deprimentes y que poco han podido hacer para darle calidad de vida.
Así como muchos nonagenarios del Perú profundo que viven en barrios marginales, Vicente Altamirano murió en la pobreza extrema carente de recursos para vivir.
Su existencia la sobrellevaba con la ayuda de gente caritativa, pues a sus años sus fuerzas ya no le permitían trabajar. Su esposa Marcelina Altamirano, también de avanzada edad, era quien a diario recorría los mercados de Juanjuí para suplicar la bondad de la gente y procurarse algo de sustento con el que últimamente alimentaba a su cónyuge.
Vicente era un hombre devoto de la religión evangélica y jamás cuando aún podía caminar incluso con sus 112 años a cuestas, dejaba de asistir a los oficios religiosos. Siempre aconsejaba a vivir sanamente y creer y confiar en Dios además de alimentarse sanamente como él lo hizo en su natal Cajamarca en base a trigo y papas.
El tema de Vicente Montenegro Sempértegui es un caso que refleja la dura realidad de desprotección e indolencia social que afrontan muchos ancianos longevos del país, cuya vida es un calvario por el sólo hecho de haber nacido en el Perú. (Carlo Augusto Pérez Pérez)