Según lo afirma Marco Aurelio Denegrí, el hombre es el animal que mas defiende la basura y entre todos los animales es el campeón, la consume con ahínco. Le parece fragante lo pestilente y agradable lo repugnante y le parece delicioso lo excrementicio. El enmierdamiento callejero, la pestilencia y la hediondez no suele disgustar al pueblo y suele protestar por la limpieza; como sucedió en la España de los 500.
Suele guardar también la basura, es embasurante y basuraisante por excelencia, la basura lo atrae y se complace en ella con delectación y hasta con frenesí, y esto lo demuestran cumplidamente y abundantemente los programas televisivos, la basura es adictiva y la basura que se produce y se esparce diariamente en la televisión es peligrosísima ya que origina una adicción violenta y tenaz, los televidentes se acostumbran a la cochinada químicamente pura y a la vulgaridad mas atroz, embarrase para los televidentes es una verdadera fiesta, enlodarse es una diversión, enmierdarse es una vocación y un destino, afirma con elocuencia Denegri…
La discusión, de si van o no algunos programas y si existe algún modo de detener la telebasura, pasando por alto etapas anteriores, no funciona, según Denegri el tratar de detener el esparcimiento de toneladas de basura, con el “queda terminante prohibido”. Hace 15 años, podría haber dado resultado, pero ahora no, es peor, ahora rige la cacosmia, ya no se puede detener la producción de basura, el pueblo protestaría porque se acostumbró a la pestilencia…la teleaudiencia adicta a la cacosmia es sumamente violenta esta en un estado gravísimo, los canales no pueden dejar de producir programas excrementicios la gente quiere consumir mas basura, la perversión del publico televidente, es cacosmica…
Si no hay un acercamiento en serio, si no se entiende bien este fenómeno de la televisión y su desquiciamiento cacosmico , si no se entiende este adicción violenta y tenaz intensísima hacia la basura, no es posible hallar una solución, no se puede dejar de dar basura, esa teleaudiencia va a protestar, y pedir que vuelva la basura, es un ciclo vicioso, es una maldición no se como se va a salir de eso… Es una perversión de la existencia, la basura es su principal alimento y nutriente ya no puede vivir sin ello… hemos llegado a un nivel de alteración, de degeneración, involutivo, regresivo cavernario, no puede ser ni compuesto ni rehecho. Creo que la gente no se da cuenta de ello, porque es un proceso, lo malo es que no hay retorno, no hay posibilidad de desembrutecerse o desidiotizarse”, afirma Marco Aurelio.
Los vendedores de toxicidad, estiércol televisivo como lo afirmo coincidentemente Carlos Martin González Lupis, mostrando su desacuerdo con el fondo de este fenómeno nocivo y de una toxicidad letal…son ahora quienes establecen lo que se ve, lo que va y la “objetividad”. La empresa de televisión, dispone: Destaca esto, no pongas esto, quita esto… La libertad de expresión esta bien hasta que no toque mi empresa.
Ausencia de la cultura en la TV peruana
La cultura no interesa o la cultura no existe, existiría si se viera, las sociedades normalizan patologías, la nuestra ha normalizado la patología de ningunear la cultura…
Bryce Echenique, en su libro A trancas y Barrancas, dice: “Confusión hay por todas partes y cada día mas el hombre se aproxima a la imagen definitivamente de un ser profundamente imbécil, que mira cada día mas horas de telebasura y soporta el idiotizador impacto de la publicidad sin capacidad de respuesta alguna…”
No pongo en cuestión el libre albedrio, sino el porque el estado promueve e inclina la balanza hacia el lado del mas poderoso económicamente y no guarda a la niñez o apoya a los padres a educar, sin propiciar un conflicto mas en la dura tarea de educar a sus hijos. El representante de la Sociedad Nacional de Radio y Televisión (SNRTV), Jorge Baca, afirmó que cerca del 75% de los medios del país no cuentan con un Código de Ética.
Cacosmia: Perversión del sentido del olfato.