Tienen un territorio de 23 mil hectáreas que cuidan sin apoyo de nadie, ahora la situación se vuelve más peligrosa.
En la localidad de Santa Rosillo de Yanayacu, en el distrito de Huimbayoc, los defensores ambientales indígenas continúan su incansable lucha contra la deforestación, sin el apoyo de las autoridades locales, regionales y nacionales. La última acción que realizaron fue un patrullaje por el sector Yurac Quebrada, una zona a una hora y media de distancia de su pueblo, donde encontraron más terrenos devastados por la tala ilegal.
Los ronderos nativos, liderados por el Apu Manuel INuma Alvarado, preocupados por la destrucción de árboles que superan los 200 años de antigüedad, han decidido intensificar sus patrullajes para detener esta práctica destructiva, poniendo en riesgo sus vidas. A pesar de sus esfuerzos, hasta ahora no han recibido respuesta o respaldo oficial para proteger tanto el medio ambiente como su propia seguridad.
El patrullaje tiene como objetivo no solo impedir la tala, sino también alertar a las autoridades sobre la grave situación que enfrenta la biodiversidad en la región. Sin embargo, el silencio de los organismos gubernamentales ha generado preocupación, ya que los defensores ambientales continúan luchando solos, arriesgando su seguridad y enfrentando la creciente amenaza de la deforestación.
Esta comunidad indígena, que ha vivido en armonía con la selva por generaciones, pide una intervención urgente para detener la destrucción de sus bosques y salvaguardar el futuro del medio ambiente, ya que ellos tienen un territorio ancestral de 23 mil hectáreas que lo protegen desde hace muchos años, situación que ocasionó el asesinato del líder indígena Quinto Inuma Alvarado. (Hugo Anteparra)