Entre los fenómenos esenciales de la Edad moderna figura la ciencia. Un fenómeno de igual peso por su rango, es la técnica maquinista. La técnica maquinista sigue siendo hasta ahora el puesto avanzado más visible de la esencia de la técnica moderna, esencia que es idéntica a la de la metafísica moderna. Un tercer fenómeno de la misma esencia de la Edad moderna, es el que se ofrece en el proceso de colocar el arte en el campo visual de la estética.
El arte se considera expresión de la vida del hombre. Un cuarto fenómeno de la Edad moderna se pone de manifiesto al concebir y realizar el obrar humano como cultura. Cultura es entonces la realización de los valores humanos supremos mediante el cultivo de los más elevados bienes del hombre. Un quinto fenómeno de la Edad moderna es la desdivinización. La desdivinización es el estado de indecisión sobre Dios y los dioses. Quien más ha contribuido a ella es el cristianismo.
El vacío así surgido se cumple con la investigación histórica y psicológica del mito. ¿Qué concepción de lo existente y qué interpretación de la verdad sirve de fundamento a estos fenómenos? ¿En qué estriba la esencia de la ciencia moderna?¿Qué concepción de lo existente y de la verdad fundamenta esta esencia?
Tampoco puede decirse que sea verdadera la doctrina de Galileo de la caída libre de los cuerpos y falsa la de Aristóteles que enseña que los cuerpos ligeros tienden a elevarse, pues la concepción griega de la esencia del cuerpo, del lugar y de la relación entre ambos se basa en una distinta interpretación de lo existente y condiciona en consecuencia una correlativa clase diferente de ver e interrogar los procesos naturales.
La esencia de lo que actualmente denominamos ciencia, es la investigación. ¿En qué consiste la esencia de la investigación? En que el conocer se instala a sí mismo como proceso en un dominio del ente, de la naturaleza o de la historia. Se logra haciendo que en un dominio de lo existente, por ejemplo en la naturaleza, se esboce un determinado plano de los procesos naturales. Esbozando el plano y determinando el rigor, se garantiza el proceder dentro del dominio de ser de su campo de objetos.