Por: Lic. Jhon Prada Casique
En la actualidad, nos enfrentamos a una crisis generalizada en cuanto a liderazgo político, y esto se ha vuelto una constante, que amenaza la estabilidad de las estructuras del estado. La falta de líderes comprometidos con el bienestar público, y es que la creciente ambición por el dinero y el poder han corroído y debilitado la confianza de la ciudadanía en sus gobiernos y socavado la democracia en muchas naciones.
En este artículo, exploraremos este problema global, sus causas, consecuencias y las posibles soluciones para restaurar la integridad en la política.
Y es que el problema al parecer se ha vuelto un círculo vicioso, en donde no existen filtros serios al menos por parte de los partidos políticos, que lejos de presentarnos nuevos rostros y mejores cuadros, nos ponen en mesa el mismo menú, dejando sin mayor opción a quienes quizás acostumbrados a ver la política desde el balcón, se sienten obligados a tener que elegir alguno; como criollamente se dice así sea entre el moco y la baba.
La ambición desmedida por el dinero y el poder
Es una de las principales causas de la falta de líderes políticos efectivos, la ambición desmedida por el dinero y el poder. En muchos países y más aún en el Perú, los políticos están más enfocados en su enriquecimiento personal y su permanencia en el poder, lejos de ser un instrumento para servir al interés público. Esta ambición se manifiesta de diversas maneras, como la corrupción, el nepotismo y la búsqueda constante de financiamiento para sus campañas, lo que a menudo los lleva a estar en deuda con grupos de interés particulares.
La corrupción política es una de las formas más evidentes en que esta ambición se manifiesta. Por citar una muestra tenemos el caso Odebrecht, investigación emblemática que vincula a 4 ex presidentes en el Perú y una cantidad importante de funcionarios y figuras políticas en todo Latinoamérica, que por cierto aún están en palestra y vigentes. Los políticos corruptos desvían fondos públicos, aceptan sobornos y abusan de su poder para beneficio personal. Esto no solo socava la economía y los recursos del estado, deteriora la confianza de la ciudadanía en el sistema político en su conjunto.
El nepotismo es otra manifestación de la ambición desmedida en la política. Cuando los líderes políticos otorgan puestos importantes o contratos gubernamentales a familiares y amigos en lugar de seleccionar a los más competentes, socavan la meritocracia y el bienestar público en favor de intereses privados y es lo que habitualmente tenemos en todas las estructuras estatales, el amiguismo y la familiaridad esta por encima de todo.
La Búsqueda de Financiamiento
La búsqueda constante de financiamiento para las campañas electorales es otra fuente de ambición desmedida en la política. Los candidatos a menudo dependen de donaciones de grandes corporaciones y grupos de interés para financiar sus campañas, lo que crea un conflicto de intereses evidente. Los políticos pueden verse tentados a favorecer a quienes los financian en lugar de representar los intereses de sus electores, peor aun cuando muchos de estos han encontrado como nicho y estilo de vida la oportunidad de postular, dinero fácil a costa de ofrecimientos, de llegar al poder.
Consecuencias para la “democracia”
La falta de líderes políticos auténticos y la ambición por el dinero y el poder tienen graves consecuencias para la democracia y la sociedad en su conjunto. La pérdida de confianza en los partidos políticos o lo que queda de ellos, puede llevar a la apatía cívica y al desinterés por la participación ciudadana. En el entendido que muchas de las organizaciones políticas, durante el tiempo se han convertido en clubes de amigos y aún más preocupante muchos están catalogados como organizaciones criminales y con investigaciones en curso. Cuando los ciudadanos sienten que sus “líderes” no los representan, es más probable que se alejen de la política, lo que debilita aún más la democracia y a tomar fuerza la apatía.
Además, la corrupción y el abuso de poder pueden exacerbar la desigualdad económica y socavar los programas de bienestar social, lo que a su vez puede generar descontento y polarización en la sociedad.
Soluciones Posibles
Para abordar la falta de líderes políticos y la ambición desmedida por el dinero y el poder en las estructuras del estado, es necesario tomar medidas en varios frentes, aunque varios esfuerzos se han venido haciendo por lo menos en el Perú, en reformar y tratar de poner candados y parámetros para mejorar la calidad de los representantes, aun se percibe la falta de interés y voluntad política para estos cambios, a tal grado que da la impresión, que existe una competencia para poner al peor en las elecciones.
- Transparencia y rendición de cuentas: Fortalecer las leyes y regulaciones que promuevan la transparencia en la financiación de campañas y en la toma de decisiones políticas. Establecer mecanismos efectivos de rendición de cuentas para los líderes políticos que se involucren en prácticas corruptas.
- Reformas electorales: Considerar la adopción de sistemas electorales que reduzcan la dependencia de los candidatos de grandes donantes y promuevan la representación proporcional.
- Educación cívica: Promover la educación cívica para empoderar a los ciudadanos y fomentar su participación activa en la política.
- Líderes éticos: Apoyar y promover líderes políticos éticos y comprometidos con el bienestar público a través de procesos de selección y elección más rigurosos.
Conclusión
- La falta de líderes políticos legítimos y la ambición desmedida por el dinero y el poder en las estructuras del estado representan una amenaza potente para la democracia y la sociedad.
- Para superar estos desafíos, es fundamental abordar la corrupción, fortalecer la transparencia y promover líderes políticos comprometidos con el servicio público. Solo mediante un esfuerzo colectivo y un compromiso con la integridad política podremos restaurar la confianza en nuestras instituciones democráticas y garantizar un futuro más justo y equitativo para todos.