Columna: Escenario regional.
Nombre: Carlos Job
Analista Político.
Este es uno de los artículos que dedico a la gente. Una óptica diferente de los clásicos análisis de política que suelo realizar. Esta es una narrativa que sale del día a día, de las vivencias de las personas con nombre propio.
¿A quién no le guste el ceviche tire la primera piedra? Y que mejor que unas conchitas negras con un toque de limón y cebollita de buen tamaño, ni grande ni menuda, al punto. La canchita crocante. En un pequeño espacio fresco y acogedor.
Estas son las instalaciones de cevichería Kachitos donde mi buen y querido amigo, Weider Sanchez Lopez, conocido por muchos como viejo o vejo atiende con dedicado esmero.
Resulta que, en una de mis frecuentes visitas a su local, me contó con ojos fijos y una voz firme que es un asiduo lector de la columna “Escenario Político” del Diario Voces.
En primer lugar, debo confesar que me emocionaron sus palabras porque estoy escuchando en varias personas que nuestro escribir viene siendo parte de su día a día.
De otro lado, si una vez dije que esta columna tendría más de la gente que del propio que la escribe, entonces porque no ingresar un poco más en la vida de nuestros vecinos.
Y déjenme decirles que no se trata de alguna intromisión o vulneración de sus vidas personales, sino un breve recorrido de mi memoria y de algunos otros apuntes de personas de buen vivir.
Este emprendimiento y este emprendedor tiene una historia. Se dan a conocer con un plato de especialidad y cuyo slogan han bautizado como “El auténtico sabor a conchas negras”.
Me recuerdo cuando niño Kachitos se encontraba al frente del Pedagógico. En aquellos tiempos era mi padre el que me llevada deportivamente al menos una vez al mes. Mi papá se tomaba su chela mientras yo empezaba conocer los sabores de las conchas negras en mi paladar.
Posteriormente, vi su local en el jirón Lima, por la cuadra 16 aproximadamente, frente a la capilla de Fonavi para luego estar en la avenida Circunvalación por el colegio Juan Miguel Perez Rengifo.
Realizo estos apuntes porque nuestros emprendedores sanmartinenses tiene algo que contar, los cambios que han sufrido, los tiempos buenos y las épocas malas que la dan ese vaivén a la vida de los seres humanos.
Estos hombres y mujeres que con su trabajo dinamizan la economía de nuestras ciudades, tienen sus estilos para llevar sus negocios, sus técnicas para marquetearse, sus rutas logísticas para estar siempre con la provisión que su negocio amerita.
Con el sudor de su frente y el fruto de su trabajo, dan sustento a sus familias, hacen estudiar a sus hijos y van generando las condiciones para tener una vida con dignidad y con calidad.
Considero que las políticas públicas deben de apuntar, justamente, hacia fortalecer nuestro circuito económico, nuestra región tiene bondades competitivas importantes, pero no todo puede ser dinero público, debemos de realizar una estrategia para involucrar al privado, y no me refiero – solamente – a la gran empresa, sino a todos los que forman parte de una cadena de movimiento económico que muchas veces no queremos medir en toda su magnitud.
Desde esta columna quiero enviar un saludo a Weider y a través de él motivar a todos los emprendedores de nuestra región.