Por Edy Tirado
El abandono de la primigenia propuesta de la “Gran Trasformación” que respaldó el pueblo peruano y consiguientemente llevó a Ollanta Humala a ganar las elecciones ha hecho que también pierda valiosos aliados como el caso concreto de los intelectuales, dirigentes políticos, activistas y dirigentes sociales, e independientes agrupados en el colectivo “intelectuales por el Cambio”, hoy forman parte activa del Frente Amplio. En este contexto de orfandad de cuadros en el partido de gobierno justifica y explica la invitación a César Villanueva, cuyo principal reto es ofrecerle al país como modelo exportable su propia gestión regional, sin embargo ante la principal demanda del pueblo peruano respecto a la seguridad ciudadana San Martín no es un referente, tampoco en materia agraria, menos en educación, pues las cifras de la evaluación censal nos colocan en uno de los últimos lugares, etc., sin embargo ahí está el reto y espero como esperamos todos los peruanos que se tome al toro por las astas; particularmente el día de la juramentación esperé no sólo el cambio del Ministro de Educación, considero que son muchos los que debería ser reemplazados.
Las circunstancias en las que asume como jefe del Consejo de Ministros César Villanueva en la que además, el Presidente Humala atraviesa por una desaprobación superior al 60%, el descrédito del Poder Judicial, la encrucijada del Congreso y el desprestigio de la clase política oficialista y de oposición, partidos básicamente liderados por los tres ex presidentes Alan, Toledo y Fujimori, configuran un escenario complejo para la gobernabilidad, contexto que aunque parezca contradictorio es propicio también para impulsar acciones concretas que permita convencer que habrá un cambio en el país a partir de la designación de Villanueva como Premier, por ejemplo, es la oportunidad para reivindicar a las regiones y marcar posición que genere trocha consiguiendo el reconocimiento formal de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales que profundice el proceso de descentralización en la patria por parte del Ejecutivo, asimismo Villanueva tiene que demostrar que no está pintado en la pared, por tanto debe trazar raya cambiando al Ministro de Economía, Justicia, Interior, etc., sino sólo será un cambio que en el fondo no cambia nada.
En cuanto a la designación del Prof. Javier Ocampo como Presidente Regional no es garantía de grandes cambios, a no ser que por ejemplo decida implementar el acuerdo del Consejo Regional sobre el clasificador de cargos y se corrija las designaciones a dedo y por compadrazgo de los funcionarios de la gestión Villanueva, así como retomar políticas abandonadas de la denominada “Región Verde”, “Cero Corrupción” y que corrija el desorden administrativo del GORESAM, por ejemplo entregando todo su real y legítimo presupuesto a la Dirección Regional de Agricultura y se emprenda medidas de fondo frente a la crisis energética en la región, etc. En todo caso hay que otorgarle el beneficio de la duda; caso contrario se confirmará una vez más que en efecto se trata de un cambio que en el fondo no cambia nada.
No olvidemos que no basta con la salida de Jiménez, el Perú necesita cambios en la política económica, eso pasa por el cambio del Ministro Castilla, pues si bien es cierto que el guardián de la torta es Ollanta, el que tiene el recipiente que lo contiene es el Premier, en este caso Villanueva, pero quien tiene el cuchillo para repartir es el Ministro de Economía. Por tanto, el que debería también haberse ido es Castilla y con él la errada política económica.