En Tarapoto
Un grupo de padres de familia y jóvenes voleibolistas del distrito de Morales protagonizó una protesta en la ceremonia de colocación de la primera piedra de la obra del jirón Martínez de Compagñon en Tarapoto, donde estuvo presente el gobernador regional Walter Grúndel Jiménez. Los manifestantes, principalmente integrantes de la liga de voleibol de menores de Morales, desplegaron carteles con mensajes como «¡Basta de mentiras! Señor Grundel, déjese de vainas con el CEDEVOR, apoye el deporte», para exigir atención a la problemática del Centro de Desarrollo del Voleibol Regional (CEDEVOR).
La presencia de los manifestantes sorprendió al gobernador, quien se mostró visiblemente incómodo y aceleró el paso al acercarse al grupo. Aunque Grúndel Jiménez intentó tranquilizarlos, asegurando que «vería el tema», la situación no se calmó. Las adolescentes, quienes se preparan para un campeonato nacional de voleibol, y sus padres continuaron con la protesta, exigiendo que el CEDEVOR, una infraestructura destinada a apoyar a los deportistas, sea puesto en funcionamiento de inmediato para beneficio de las jóvenes deportistas de la región.
El conflicto surgió debido a que el CEDEVOR, que originalmente debía ser un espacio dedicado al desarrollo del voleibol en la región, fue cerrado para todos, luego que reclamaron que fue cedido a una academia privada, lo que ha generado el descontento entre las voleibolistas y sus familias. Las jóvenes deportistas señalan que el centro debía estar al servicio de la comunidad y no de un ente privado que lucra con las instalaciones, dejándolas sin un lugar adecuado para entrenar y prepararse para competencias nacionales.
Al concluir el evento, el gerente general del Gobierno Regional de San Martín, Manuel Oliveira Arévalo, también fue abordado por los manifestantes, quienes le reprocharon su responsabilidad en la cesión del CEDEVOR a una academia privada. Los padres y las deportistas le expresaron su frustración, acusándolo de no escuchar sus demandas y de haber tomado decisiones que perjudican a las jóvenes voleibolistas del distrito de Morales.
Oliveira Arévalo intentó justificarse, afirmando que «no era el momento ni el lugar» para tratar el tema. Sin embargo, los manifestantes respondieron señalando que ya habían viajado varias veces a Moyobamba en busca de una solución, sin obtener respuesta. La protesta, según los padres y deportistas, fue una medida de presión para visibilizar el problema, pues sienten que han sido ignorados por las autoridades regionales.
El funcionario regional también afirmó que la infraestructura del CEDEVOR está destinada a ser utilizada por todos, sin embargo, no pudo ofrecer una respuesta clara cuando los manifestantes le recordaron que la academia privada que ocupa el centro está lucrando con las instalaciones. La protesta dejó al descubierto el malestar y la sensación de desamparo de los deportistas locales, quienes esperan que las autoridades regionales den una pronta solución a la controversia y brinden el apoyo necesario al desarrollo del deporte en la región. Por: Hugo Anteparra