“El aroma y el sabor de nuestro café, ahora van la mano con el “amigo fiel”
Cierta vez el expresidente de Frances Charle de Gulle dijo: “Cuanto mejor conozco a los hombres, más me descubro amando a los perros” ese encuentro de amor “perruno” transita y rompe fronteras en la esfera.
En las tierras altas de Moyobamba, donde se cultiva uno de los cafés más aromáticos y de alta calidad del Perú, nació una iniciativa que une el buen sabor con la solidaridad. Patita Café no es solo una marca, sino un emprendimiento con propósito creado por Fiorela Tello, ingeniera sanitaria, junto a Dioner Aponte y Luis Portilla, quienes decidieron que su amor por el café debía ir de la mano con una causa noble: brindar apoyo a perros en estado de vulnerabilidad.
Moyobamba es reconocida por su café de altura, con notas intensas y un proceso de cultivo que respeta la tradición cafetalera. Inspirados en esta riqueza, los fundadores de Patita Café decidieron que cada grano tostado llevaría un mensaje de esperanza. El 12% de las ventas es destinado al albergue AnimalLovers Moyobamba, organización que rescata, cuida y busca hogar a perritos y gatitos abandonados.
“Queríamos que Patita Café tuviera un impacto real, tanto en quienes disfrutan de un café de calidad como en aquellos que más lo necesitan”, explica Fiorela Tello, destacando que este emprendimiento busca inspirar a más personas a consumir con propósito.
La aceptación ha sido inmediata. Patita Café ya se comercializa en todo el país, conquistando paladares en Lima, Arequipa y Cuzco, donde los consumidores no solo disfrutan de un café de origen excepcional, sino que también se suman a esta causa con cada compra.
Este modelo de negocio demuestra la importancia de los emprendimientos liderados por jóvenes, quienes no solo buscan innovar, sino también generar un impacto positivo en la sociedad. Patita Café es un claro ejemplo de que es posible emprender con propósito, combinando calidad, responsabilidad social y sostenibilidad.
Con cada taza de Patita Café, los amantes del buen café experimentan el auténtico sabor de Moyobamba mientras aportan a una noble misión. Un café con historia, un café con corazón. Por: Jhon C. Prada C.