La restauración ecológica consiste en recuperar un ecosistema que ha sufrido un daño o ha sido destruido, por ello, en Tingana se está generando un modelo de restauración para bosques
aluviales-inundables. El equipo del proyecto BioCuencas de Conservación Internacional, que lidera esta iniciativa, entrevistó al señor Santos Mena, beneficiario que está participando del Piloto de Restauración Ecológica, para conocer sus impresiones.
Señor Santos ¿Por qué decidió participar en el proyecto de restauración?
A mí me atrae mucho cuidar el bosque, pero nadie nos daba una salida. Yo creo que al cuidar el bosque, cuidas los animales. Entonces cuando me hablaron sobre el proyecto, yo en todo les dije que
sí, a mí no me gusta ser negativo. Está bien, ¿quieren hacer el vivero?, entonces que se haga. Si es aquí en buena hora, ahí está el sitio. Por mi parte, bienvenidos sean.
¿Cómo ve la construcción del vivero?
Veo bien la construcción, está muy bien. Quizá más tarde puede ser de provecho para mis hijas y nietas. Yo espero que mejore a futuro porque todo es así. Si siembras una planta, tienes que cultivar la chacra, conseguir la semilla y dedicarte a sembrarla; similar es esto. Acá estamos dando los primeros pasos, aún no podemos hablar de beneficios, son ciertos, pero los veremos en el futuro.
¿Qué otros aprendizajes le está dando este proyecto hasta el día de hoy?
Trabajar en comunidad. Con este proyecto, el grupo está tratando de organizarse entre mujeres y hombres y unirse más.
Estoy viendo a muchas mujeres trabajando alrededor del vivero ¿Qué opina acerca del rol de las mujeres en este proyecto?
Las mujeres recién están participando y está muy bien, porque a veces no las hacemos participar y ahí hay una diferencia entre el hombre y la mujer. A veces hay cosas que nosotros no podemos hacer y las mujeres lo hacen a mano, así nos ayudamos.
Este proyecto es una oportunidad para todo el grupo, mujeres y hombres. Hay muchas cosas que nosotros tenemos que aprender de las mujeres y ellas también aprender de nosotros, a veces la mujer está pegada en una cosa y no sabe cómo es el manejo en una chacra y tiene que saber también eso.
Tarde o temprano alguien va a quedarse, bien se va la mujer o bien se va el hombre y alguien tiene que hacerlo. El hombre solo no puede hacer nada, por eso hay un equilibrio que tenemos que llevar firme.
¿Cómo se imagina los humedales de Tingana cuando termine este proyecto?
Para mí Tingana tiene para levantarse mucho mejor. Tingana está lleno de fortuna y a veces no lo sabemos aprovechar. A veces queremos sacar sólo para el día, no para el futuro.
Este proyecto puede ayudar a Tingana de muchas formas, a restaurar el bosque, a cuidar a los animales. Además, las plantas injertas serán de mayor beneficio, porque la planta natural demora mucho en crecer en cambio a la injerta en tres años ya la estás aprovechando.
Para terminar esta entrevista, dígame señor Santos ¿Qué es lo que le motiva a seguir participando del proyecto?
Ahorita hemos tenido un taller de abejitas. Como criar abejas es una gran cosa para nosotros, ahí sí hay beneficios a largo plazo, te están dando salida, técnicas, capacitaciones. Si uno toma interés, te grabas en tu cabeza todo lo que aprendes, y cuando dejas el proyecto te vas con todos los conocimientos.
Cuando termine el proyecto, Tingana se verá mucho mejor. Cada uno tendrá propios aprendizajes y trabajaremos más armonizados; seríamos un sector más alentado y vistos como una población que trabaja en unión.