Pastillas para no dormir
Alonso Ocampo
Columnista
Cuando se compró el kit para revocar al alcalde moyobambino Mardonio del Castillo, en un artículo manifesté públicamente mi rechazo a esta posibilidad; y lo hacía porque entendía que en el primer año de cualquier gobierno local, regional o nacional las autoridades y funcionarios entrantes debían acomodarse y determinar las primeras medidas a tomar de acuerdo a lo que la gestión saliente dejó.
Adicionalmente consideraba que tenía la intención de reivindicarse con la ciudad ya que su primer gobierno es considerada un fracaso, no dejó ninguna obra importante, se peleó con el gobierno regional que por ese entonces encabezada también por un aprista, la ciudad perdió y cuando suponíamos que ese antecedente lo descalificaba para intentar un segundo mandato la frágil memoria del elector jugó a su favor y lo puso de nuevo al frente del municipio moyobambino.
Pero en este segundo periodo tampoco mostró un cambio importante en su forma de gobernar, siempre dispuesto a la confrontación, también con el Presidente Regional, intolerante a las críticas -olvidando que como funcionario público está expuesto a ello-, seducido por viajecitos cojudos, sin resultados tangibles, claro que esta vez fue más listo y elaboró una lista a regidores que desde un inicio renunciaron a su función normativa y fiscalizadora por los “dulces” que de vez en cuando les daba el alcalde. Aún fresco esa actitud mostrada por nuestros regidores-mayordomos este último año nos quieren vender la idea que son eficientes pero obviamente su afán principal es seguir viviendo de las ubres estatales; el ciudadano moyobambino no debería olvidar aquello.
El segundo gobierno del alcalde aprista además de estar salpicada por su particular personalidad tampoco dejará nada trascendente para la ciudad ni en infraestructura ni en servicios. A Mardonio del Castillo fue Moyobamba ciudad, con una altísima votación, quien lo puso en el cargo según cifras oficiales de ONPE, pero son sus vecinos quienes más descontentos y desilusionados se encuentran con su gestión.
Enumerar la cantidad de promesas de campaña no cumplidas, las obras mal hechas o la mediocridad de algunos funcionarios como el de tránsito, fiscalización sería ocioso en este momento; he manifestado en reiteradas ocasiones que Moyobamba no es una ciudad competitiva por el clamoroso desorden urbanístico y la grave pérdida del principio de autoridad, situación que se ahondó con la actual administración aprista.
Si se habla de tragedia griega, también podemos empezar a hablar de “tragedia moyobambina”, lamentablemente el actual alcalde tiene la primera opción de ganar el proceso interno ante su errático competidor, quien como eje central de campaña dijo reiteradamente que “reelección es corrupción” y que creará la caja municipal, disparatada propuesta si tenemos en cuenta que en tributos municipales existe una morosidad que alcanza casi el 70% y que no puede ser cobrada por ninguna gestión ni con campañas de amnistía.
Estoy seguro que si preguntaríamos al alcalde Mardonio del Castillo qué obra de envergadura o impacto deja a la ciudad, saldrá con su rollo de “tantos kilómetros asfaltados”, un político con la experiencia que posee, con dos periodos como alcalde debe ser hidalgo que sus gestiones fueron un fracaso, digo esto asumiendo que en los 10 meses que le restan al frente de la municipalidad moyobambina no se conseguirá nada importante. Ojalá me equivoque y se logre por lo menos el desembolso para el mega proyecto de alcantarillado y tratamiento de aguas residuales, así como también se ponga en funcionamiento el relleno sanitario.
Probablemente su intención de postular nuevamente se ve estimulada al ver que su rival en las internas y sus probables competidores ya en el proceso electoral no significarán un peligro para sus intenciones reeleccionistas. Y ello visto desde fuera se presenta como una posibilidad tan latente como peligrosa ya que todos los nombres de voceados candidatos de los demás partidos o movimientos regionales son personajes que jamás participaron en la agenda política municipal de nuestra ciudad. Los partidos políticos, su dirigencia y militancia siempre debe estar presentes debatiendo, cuestionando o proponiendo en la agenda local, así se gana legitimidad para participar en una contienda electoral.
Finalmente será el elector que asista a las elecciones “internas-abiertas” del Partido Aprista Peruano quienes determinarán si elige nuevamente a Mardonio del Castillo como su candidato a la alcaldía de la capital departamental, y si infaustamente ello ocurre será el ciudadano de la provincia de Moyobamba quien posteriormente tendrá la oportunidad de demostrarle lo que hoy se percibe en las calles…rechazo a su intención reeleccionista.