En nuestra edición del pasado miércoles 18 de diciembre, entrevistamos al Director Regional de Educación de San Martín, quien nos dio sus opiniones sobre el tema educativo, VOCES solicitó a REDES su estudio análisis, y estas es son sus conclusiones.
La brecha en infraestructura educativa varía significativamente entre sus diversas provincias. Bellavista, con S/803 millones de inversión registra 131 colegios que necesitan sustitución total, Lamas enfrenta una de las brechas más grandes, con S/1,154 millones de inversión requerida, 69 colegios que necesitan sustitución parcial y 212 que requieren sustitución total, Moyobamba con una población estudiantil de 40,233, con una brecha considerable con una inversión de S/1,110 millones, siendo 30 los colegios que requieren sustitución parcial y 200 los que necesitan sustitución total.
Se deben implementar estrategias de medición y monitoreo de resultados para diseñar políticas basadas en evidencia que respondan a las necesidades de los estudiantes.
La Red de Estudios para el Desarrollo (REDES) identificó que la región San Martín enfrenta desafíos importantes en el ámbito educativo. Aunque hubo avances frente a 2022, los niveles de aprendizaje registrados en el 2023 aún no alcanzan lo observado en el periodo pre-pandemia. Asimismo, la infraestructura educativa es un pilar fundamental para garantizar los aprendizajes y reducir las desigualdades en el acceso a este servicio.
Según la Encuesta Nacional de Logros de Aprendizaje (ENLA) 2023, en Lectura, solo el 17% de los estudiantes de cuarto grado de primaria alcanzó niveles satisfactorios, una mejora respecto al 14% registrado en 2022. Sin embargo, esta cifra aún se encuentra lejos del 24% logrado en 2019, antes de la pandemia. El desempeño en Matemáticas presenta una situación similar: solo el 12% de los estudiantes resolvió problemas de forma satisfactoria, apenas un incremento frente al 11% del año anterior y menos de la mitad del nivel prepandemia (24%).
“Estas cifras son preocupantes, San Martín es la región donde los resultados satisfactorios de lectura han estado entre los tres peores a nivel nacional. Recordemos que el fortalecimiento de las habilidades y conocimientos de los estudiantes impulsa la productividad y competitividad de la región, invertir en educación crea un ciclo positivo que beneficia a toda la ciudadanía, al reducir la pobreza y promover el crecimiento económico, es urgente garantizar el acceso a educación de calidad a través de una infraestructura de calidad, formación docente adecuada y programas de apoyo que permitan a todos los estudiantes, sin importar su contexto, alcanzar su máximo potencial”, expresó Franco Saito, economista de REDES.
De hecho, un pilar fundamental son los docentes. Para mejorar la calidad de los mismos y cerrar las brechas en el sistema educativo, Saito remarcó que es necesario implementar reformas que promuevan un ascenso meritocrático dentro de la Carrera Pública Magisterial y en los diferentes niveles de gestión educativa. Recordó que, entre 2015 y 2019, solo el 4% de los docentes que postularon a una plaza a través de la prueba de nombramiento aprobó el examen, lo que evidencia la urgente necesidad de mejorar los procesos de selección y promoción de los educadores.
Situación deficiente de la infraestructura educativa
Otra de las principales limitaciones que enfrentan los estudiantes de la región es la falta de infraestructura adecuada. Solo el 26% de las instituciones educativas tiene acceso a servicios básicos como agua potable, electricidad y saneamiento.
“Según el Banco Interamericano de Desarrollo, la calidad de la infraestructura escolar influye significativamente en el aprendizaje de los estudiantes. Un estudio de 2006 evidenció que las escuelas con carencias en infraestructura y servicios básicos obtenían peores resultados en pruebas de lectura y matemáticas. Estas deficiencias no solo afectan la seguridad y el bienestar de los estudiantes, sino que también generan problemas de salud, como enfermedades gastrointestinales y respiratorias, lo que incrementa el ausentismo escolar y agrava las brechas educativas, especialmente tras la pandemia”, explicó el especialista.
El presupuesto asignado a la región para 2024 en educación supera los S/1,068 millones, un incremento significativo en comparación con años anteriores. Sin embargo, la ejecución presupuestal sigue siendo un desafío. En los últimos cinco años (2019-2023), San Martín dejó de ejecutar más de S/243 millones en educación.
En opinión del especialista, la inversión en infraestructura educativa, especialmente en zonas rurales –si consideramos que el 77% de los colegios de la región se ubican allí–, no solo reduciría las desigualdades geográficas, sino que también ofrecería un entorno más seguro y propicio para el aprendizaje. Asimismo, consideró que se deben implementar estrategias de medición y monitoreo de resultados para diseñar políticas basadas en evidencia que respondan a las necesidades reales de los estudiantes.