Los dimes y diretes en las elecciones están haciendo que un porcentaje mayoritario de la población nos vea a todos los candidatos como ‘enviados del demonio’. La Banda de Shilcayo, el segundo distrito más grande de la región San Martín después de Nueva Cajamarca ubicada en la provincia de Rioja, es un espacio dónde los candidatos provinciales y al gobierno regional se disputan voto a voto, y no es para menos teniendo una población electoral de casi 24 mil electores hábiles.
Para Rosita Valles en campaña política los candidatos nos saludan, nos visitan, regalan canastas, hacen bingos, nos invitan a comer y hasta nos hacen bailar con la mejor orquesta; pero una vez que ganan ni nos miran, si por casualidad vamos a pedirles algún apoyo, nos contestan de cólera y nos dicen que la municipalidad no es beneficencia, por eso no creemos en nadie.
Existe el dicho que uno cosecha lo que siembra, “nosotros estamos cosechando lo que hemos sembrando, años de mentira, desconectados con el pueblo, hicieron que nos miren como viles vendedores de culebra. La política se ha convertido en cosa mala, a todos nos meten al mismo costal. Hablamos de cambio, que lo bueno debe continuar, de reserva moral… Hay mucho por hacer, nuestras torpezas no hace mirar contracorriente”, sentenció finalmente Crisanto Gómez, el popular “Crisho” que va por LOS MAPAS DE SAN MARTÍN al distrito bandino.