Por Willian Gallegos Arévalo
Desde hace treinta años he venido advirtiendo a las autoridades sobre el problema del agua. Pero la tragedia es la siguiente: existe mezquindad para no recoger las propuestas; o cuando parecieran recogerlas quieren dar a entender que ya sabían del problema. Esto me ha pasado con casi todos los altos funcionarios que tenían niveles de decisión ejecutiva. Si esos funcionarios hubieran sido honestos y leales a los decisores políticos que les designaron para los altos cargos, estaríamos viviendo otra realidad y no el desastre en que ya nos encontramos. Porque ya estamos en cuidados intensivos. Es la hora clave de la gestión del gobernador Walter Grundel y de los alcaldes provinciales.
Tengo experiencia política y administrativa en la función pública y entiendo que los decisores políticos, como son los gobernadores y alcaldes, no pueden estar en todas. Pero es aquí en donde comienza la tragedia, porque los altos funcionarios de confianza parecieran esconderles las propuestas, o desinformarles, o no tienen visión para darse cuenta del problema, o tienen temor que les quiten el protagonismo. Pero seguiré insistiendo.
En marzo del 2003 – ¡hace veinte años! – presenté ante el presidente regional Max Henry Ramírez García, la propuesta de “declarar en emergencia el sistema hidrográfico de la región San Martín”, haciendo de conocimiento de los miembros del Consejo Regional. Nadie reaccionó. Hace casi diez años presenté la propuesta de planificar el riego en el Cumbaza-Bajo Mayo y terminaron archivando la propuesta.
A través del Comité de Gestión Regional Agrario (CGRA) se está luchando para ordenar y orientar la implementación de las políticas públicas y ejecutar las acciones que correspondan dentro de la política de modernización de la gestión del Estado.
El CGRA es el único espacio de coordinación intergubernamental que existe, pero ni los gerentes regionales ni los alcaldes asisten porque le dan importancia política a la reunión con un comité barrial, por ejemplo. Y los alcaldes provinciales son la clave del proceso, pues ellos son los gestores territoriales. Sin los alcaldes o los gobiernos locales no se podrá avanzar. Y hasta ahora ellos son los mayores responsables para que el CGRA no pueda tomar acciones. Los gerentes de la Autoridad Regional Ambiental (ARA) y de los proyectos especiales, deben participar activamente y aún no lo hacen.
La solución de la tragedia del agua en la región de San Martín debe ser integral. Ya se habría dado un primer paso en una reunión del viernes pasado, en Moyobamba, y los que se reunieron son parte del CGRA. Se debe centralizar la estrategia para la solución del agua en el CGRA; todos los demás espacios que existen deben operar bajo su dirección. Para ello, los jefes de sectores deben dejar sus celos porque esto es lo que traba e impide tomar acciones e intervenir orgánicamente. La ruta para la solución de la tragedia del agua debe partir de un esquema simple y dejar de lado el “fetichismo procedimental”. Los altos funcionarios regionales y los alcaldes tienen un gran desafío. ¿Estarán a la altura de este reto? Si no actuamos hoy ya sabemos a quienes les haremos responsables. (Comunicando Bosque y Cultura).