Esta semana trataremos sobre la alergia infantil, un problema muy frecuente en la infancia y que muchas veces hace que los padres administren medicamentos innecesarios y que a veces podrían llegar a ser muy peligrosos.
Es frecuente que asistan a la consulta diciendo “mi hija o hijo tiene gripe y le estoy dando paracetamol”.
Se hace el examen correspondiente y resulta que el cuadro que presenta el infante es un cuadro alérgico respiratorio y no una “gripe”.
DEFINICIÓN
ALERGIA: La palabra alergia tiene origen griego y deriva de dos términos: Alos (“otro, diferente, extraño”) y Ergos (“reacción”).
Por lo tanto, alergia significa “reacción diferente”.
La alergia es una reacción exagerada del sistema inmunitario frente a la exposición a sustancias extrañas al organismo, sustancias externas y diferentes a los componentes propios del organismo y que provocan la aparición de síntomas muy diversos.
ALERGIA INFANTIL
¿Qué es la alergia infantil?
Hemos definido a la alergia como el exceso de sensibilidad del organismo ante la penetración de una sustancia específica, por lo que cuando entra en contacto con el organismo, este reacciona de manera anormal y aparecen los típicos síntomas de la alergia como los problemas respiratorios o cutáneos.
Actualmente, hay un aumento de casos de alergia, siendo los niños los más afectados.
Si bien es cierto que las alergias tienen un componente hereditario, también se encuentran asociados a factores ambientales, el abandono temprano de la lactancia materna o la introducción temprana (antes de los 6 meses) de alimentos.
SÍNTOMAS DE LAS ALERGIAS INFANTILES
Estos síntomas pueden aparecer de manera más o menos intensa, aunque en la mayoría de los niños son leves.
Los síntomas varían en función de la sustancia causante de la reacción y la zona del cuerpo afectada.
Se pueden reunir en tres grupos: alergias respiratorias, alergias cutáneas y alergias alimentarias.
Alergias respiratorias: Originadas por sustancias a las que los niños alérgicos son sensibles.
Entre las sustancias más frecuentes tenemos al polen, los ácaros del polvo, el moho o el pelo de animales domésticos.
Las alergias respiratorias más frecuentes son la rinitis alérgica, el asma o la urticaria.
Y estas producen síntomas como:
- Goteo nasal (rinorrea)
- Lagrimeo y/o picazón en los ojos
- Congestión nasal y estornudos
- Dificultad respiratoria
Alergias cutáneas: Producen irritación en la piel, siendo algunas causas el calor o trastornos en el sistema inmunitario.
Algunos tipos de alergias cutáneas son:
- Dermatitis: es el tipo de alergia que se produce cuando la sustancia extraña entra en contacto directo con la piel.
Hay que destacar la dermatitis atópica, una enfermedad que suele aparecer en la infancia y que se debe a una alteración inmunológica en las capas de la piel.
- Urticaria: es la inflamación que se produce en la piel tras la liberación de determinadas sustancias, como la histamina.
Alergias alimentarias: Afectan a un gran número de niños.
Se estima que uno de cada trece niños padece alguna alergia alimentaria.
Se manifiestan por primera vez durante la infancia, ocupando el primer lugar en las enfermedades infantiles crónicas.
Otras causas pueden ser determinados factores medioambientales, el abandono temprano de la lactancia materna o la introducción temprana (antes de los 6 meses) de alimentos.
LA ALERGIA INFANTIL ¿SE PUEDEN PREVENIR?
No existe una sola forma de prevenir la alergia infantil.
Lo más recomendable es evitar el contacto con sustancias causantes de reacciones alérgicas.
Para los niños que presentan alergia, se recomienda lavar la ropa y las sábanas con agua caliente para disminuir los ácaros, mantener una correcta higiene en el hogar, evitar el contacto directo con animales y eliminar objetos que acostumbran a contener un gran número de ácaros como las cortinas, alfombras y sábanas, entre otros.
LA ALERGIA SE HEREDA DE LOS PADRES
FALSO: No se hereda la alergia en forma total.
Aunque es cierto que puede haber una predisposición genética hacia la alergia, no todos los hijos de padres alérgicos acaban siéndolo.
Se puede heredar la predisposición atópica, la susceptibilidad, la facilidad para desarrollar alergia en general, no frente a sustancias concretas.
Como las personas se hacen alérgicas a las cosas que hay en su ambiente, es fácil que padres e hijos se hagan alérgicos a las mismas cosas, pero no porque se hereda esa alergia, sino porque comparten el mismo ambiente.
Además, la alergia no siempre aparece al primer contacto.
Puede ocurrir que el niño se haya puesto en contacto previamente con dicho alérgeno y no la desarrolle y años después se enfrente y su cuerpo presente una reacción.
¿EN QUÉ CONSISTE EL TRATAMIENTO?
Para tratar la alergia infantil, se sugiere:
- Evitar o minimizar la exposición a sustancias que la provoquen
- Utilizar medicamentos adecuados y recetados por el especialista
- Educar y enseñar al paciente, así como a las personas que lo rodean y cuidan
HÉCTOR PEREDA SERNA – PEDIATRA
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