“Personificar a Cristo, es un acto de humildad”, sostiene. 150 actores participarán de esta festividad religiosa.
“No es fácil interpretar a Cristo, requiere de preparación física y espiritual”, dice el actor Erickson López Chanzape, quien interpreta desde hace 10 años a Jesús en la escenificación del Vía Crucis en Lamas. El hombre de barba y cabello negro confiesa.
Soy una persona muy religiosa. Para actuar de Cristo me alisto espiritualmente y físicamente porque la presión es fuerte, tanto de la gente que mira, como los que actúan conmigo.
La preparación de la escenificación se obtiene con ensayos por varias semanas con todo el grupo de jóvenes que trabajamos. El papel que interpreto en la vía crucis está marcado por el sufrimiento constante de un hombre que siempre mostró amor al prójimo, en esta actuación buscaremos mostrar al Mesías desde su faceta humana como amigo, hermano y como un joven que asumió una tarea única que lo llevará a perder la vida y luego vencer la muerte.
López Chanzape, refirió que participa de la escenificación de la vía crucis desde 1999 y que se encuentra fortalecido y preparado de participar en este evento religioso. “Lo que busco con esta actuación, es motivar a la población de lo importante que es el mensaje de Jesús y que su muerte no fue en vano”, enfatizó, no sin antes mencionar que la vía crucis es una devoción muy rica y muy ventajosa porque le ayuda a representarse en la imaginación y en la memoria los pasos sucesivos de Jesús, sus sufrimientos y sus sentimientos.
La celebración del vía crucis en vivo en la ciudad de Lamas, región San Martín, se realiza el viernes santo desde los principios de la década de 1980 y es uno de los eventos que congrega a miles de visitantes nacionales y extranjeros para vivir de cerca la Semana Santa. Los diferentes barrios con espacios naturales de la ciudad con Encanto, son escenarios que se acondicionaron para la puesta en escena de las diferentes vivencias de Jesús hace más de 2,000 años.
La municipalidad provincial de la ciudad de los tres pisos, coordina estrechamente con la Asociación Cultural Lamas, ente que organiza estas festividades liderado por Rubén López y la Parroquia Santísima Cruz de los Motilones erigida por el Monseñor Octavio Ortiz Arrieta, Obispo de la Diócesis de Chachapoyas, a cuya jurisdicción eclesiástica pertenecía San Martín y existe desde tiempo inmemorial a cuya jurisdicción eclesiástica pertenecía San Martín.
Jaime Chong Rengifo, artista y creador de la escenificación del calvario de Jesús, destaca que, en Lamas, esta festividad religiosa se vive con estilo propio, con misas procesiones y velaciones. “En este espacio desde los inicios de los años ochenta se escenifica los últimos momentos en la vida de Jesús, actuación que se realiza con la participación de jóvenes actores y que cobra una gran expectativa”.
Por su parte, Rubén López presidente de la Asociación Cultural Lamas, indicó que estas actividades religiosas buscan interiorizar los valores en los jóvenes y artistas generando al mismo tiempo un gran dinamismo social y económico reactivando la economía de la ciudad. “En Lamas encontramos la combinación entre lo natural y lo moderno, tradiciones y costumbres de un pueblo con encanto que busca presentarse al mundo con su propia historia, convive con la naturaleza, pero abre sus brazos a quien quiera visitarlo”, señaló.
Para presenciar la escenificación de la vida, pasión y muerte de nuestro señor Jesucristo, miles de personas acuden a lo largo de la calle Luis A. Bruzzone y el campo Guerra en la comunidad nativa Wayku, presenciando un espectáculo cultural sin precedentes.
El vía crucis, parte esencial del rito de la llamada Pasión de Cristo en la religión católica, es el recorrido sagrado relacionado con la muerte de Jesucristo, el profeto judío más importante del cristianismo.
El camino pasa por 14 estaciones y es considerado sagrado por los católicos, además de ser especialmente recordado durante la Cuaresma y el Viernes Santo (que tiene lugar en Semana Santa (que tiene lugar en Semana Santa y conmemora la crucifixión de Jesús).
El vía crucis tiene su origen en el siglo IV, cuando los cristianos comenzaron a recorrer la ruta de la llamada Pasión de Cristo (es decir, el camino que recorrió el profeta hasta ser crucificado y morir). A partir del siglo XVII, la práctica de demostrar la propia fe recorriendo los 14 estaciones del vía crucis se difundió y llegó a las más variadas comunidades cristianas en todo el mundo.
Según los textos bíblicos, a Jesús se le impuso la carga de llevar su cruz hasta el Gólgota; esto ocurrió luego de ser juzgado y flagelado por Poncio Pilato. Cuando llegó a la cima, fue crucificado junto a dos ladrones. Sobre su cruz se colocó un letrero con las siglas “INRI”, correspondientes al latín “lesus Nazarenus, Rex ludaeorum”, que en español se traduce como “Jesús de Nazaret, rey de los judíos”.