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lunes, abril 29, 2024

Región San Martín: Entre crear e innovar

Comencemos con una anécdota y que es parte de la historia de la tecnología. Se refiere a la primera llamada histórica realizada desde un celular y la “cachita” de este momento que, entre otras cosas, refleja el extraordinario sentido del humor, algo que muchos funcionarios de la administración pública no tienen y creen que ser funcionarios es estar con la cara larga y con actitudes acartonadas y “serias”. Y me remito a la cita textual que se compartió en el Facebook: “El 3 de abril de 1973, en New York, el ingeniero de Motorola, Martin Cooper, realizaba la primera llamada desde un teléfono celular, aunque según sus propias palabras, más difícil que inventarlo fue decidir a quién efectuar esa primera e histórica comunicación”.

Y para seguir en mi plan provocativo cito lo que escribiera Jack Welch, un innovador que revolucionó un cambio en la General Electric, poderosa empresa norteamericana que acaba de disolverse y dividirse: “Creatividad es pensar en nuevas ideas. Innovación es hacer cosas”. Este es, pues, el tema porque, en mi calidad de funcionario siempre he presentado propuestas y, en muchísimos casos, la respuesta fue esta: “Aquí estamos haciendo lo que dicen las normas; casi cuarenta años tengo en esta institución y a nadie le han levantado un monumento”. O, también: “nosotros somos una institución de funciones normativas y no nos metemos en problemas.

La función pública peruana tiene muchísimos paradigmas mentales que condicionan el desempeño de los funcionarios. Uno de ellos es que, cuando dejen la función

pública, deben salir sin una mancha en sus fojas de servicios: sin ninguna llamada de atención, ni un proceso administrativo disciplinario. Un ex director regional de una entidad pública, por ejemplo, en toda conversación de grupo siempre expone con orgullo: “he salido limpio”.

En la administración pública existe la “cultura” de ceñirse a los procedimientos, y no se tiene en cuenta el fin supremo del Estado, como lo expresan la Ley marco de modernización de la gestión del Estado, la Ley de bases de la descentralización y la Ley del procedimiento administrativo general. Los altos funcionarios actúan en función a no salirse de los procedimientos y el interés de servir al ciudadano les importa lo mínimo o nada. Pero estos altos funcionarios no dejan de tener razón, porque a la Contraloría y a los fiscales no les importan los resultados, sino si se han cumplido las reglas. El presidente Pedro Pablo Kuczynski Godard diría que “los funcionarios públicos le tienen pavor a la Contraloría”. Es que vivimos en la sociedad del miedo.

Se debe propender a crear en el Estado una cultura de creatividad e innovación. Si quienes deciden carecen de visión y no saben por qué y para qué diablos gobiernan, los funcionarios de mandos medios, antes de estar escribiendo en las páginas oficiales del Facebook frases como “¡vamos por más!”, “¡Así se gobierna!”, deben asumir riesgos para alcanzar resultados de sus gestiones y, de esa manera apoyan la gestión de sus líderes. La administración pública necesita una revolución; pero, en todos los niveles deben perder el miedo. (Comunicando Bosque y Cultura).

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