Ante un posible desalojo de manifestantes del frontis del local central de la Universidad Nacional de San Martín, ayer a las diez de la mañana se suspendió las clases en la Institución Educativa José Antonio Ramírez Arévalo (JARA) para salvaguardar la seguridad de los niños, que cada vez que existen manifestaciones en el centro de la ciudad son los más afectados.
Doris Reátegui Sánchez, directora de esa institución educativa mortificada por la situación hizo un llamado a los padres de familia mediante los medios radiales, para recoger a sus hijos antes que sufran las consecuencias de un posible desalojo violento, porque ya tienen experiencia en este tipo de casos.
“En la próxima asamblea voy a solicitar a los padres de familia la reubicación de esta escuela, para evitar situaciones similares que ponen en zozobra a los alumnos, que muchos de ellos ya saben lo que sucede cuando arrojan gases lacrimógenos. Para nosotros los docentes es un problema, porque no todos los padres escuchan el llamado de emergencia y es ahí que no sabemos qué hacer con los niños que se quedan”, indicó a profesora Doris Reátegui.
Luego que el comisario de Tarapoto, solicitó el desalojo, los niños muy atemorizados rompieron en llanto, pensando que iba a suceder lo peor, sin embargo durante el día no se registró hechos violentos como en otras ocasiones. (Hugo Anteparra)