No íbamos a volver a tocar el tema, sin embargo una llamada y una carta notarial amenazante nos obligan a hablar…

POR: Lenin Quevedo Bardález

Sorprendente. A través de una carta notarial, la viuda de Carlos González Henríquez, Lidia Lupis viuda de González, exige que este diario no diga absolutamente nada de quien escogió este medio de comunicación para publicar en más de una ocasión sus memorias, además de haber publicitado en otros de forma gratuita las maravillas de los hoteles de la Corporación Turística Amazónica (CTA).

La carta en cuestión indica que se pretende en este medio de comunicación publicar información biográfica, datos o memorias personales de Carlos González, cosa que de hecho no se ajusta a la verdad.

Agrega también que se pretende publicar información suya o de su familia la cual no tendría autorización.

Se gasta el segundo párrafo en manifestar las normas que protegen la vida íntima y el derecho de protección de la memoria de una persona fallecida. ¿Significa esto una censura a un medio de comunicación por parte de la viuda? Pretende asimismo que no hablemos de su familia, sin una autorización expresa por escrito.

Finalmente termina la carta, tal como lo puede observar en esta página, con amenazas a este medio de comunicación si es que incumplimos los preceptos que nos manda.

La verdadera razón

Pero ¿cuál es la verdadera razón detrás de esta pretención individual de censurar a este medio de comunicación? Sucede que la señora Lidia Lupis, a quien respetamos mucho, no vio con buenos ojos la publicación en este diario de una entrevista con su hijo Carlos Martín González Lupis, quien cuestionó la forma de hacer televisión de Rodrigo González, más conocido como Peluchín, de quien dijo estar en desacuerdo con su forma de hacer televisión, pues a su parecer había descubierto una “veta de escremento”, con la que hacía dinero.