Recién se han cumplido los primeros seis meses de la gestión de Víctor Noriega al frente del Gobierno Regional de San Martín y lo que más la ha caracterizado en este tiempo, desde el primer día que asumió el cargo, fue el cargamontón que recibió de todas partes, incluso de donde menos se esperaba que surgieran ataques, es decir desde el propio partido que lo llevó al Gobierno Regional.
Si a esto le sumamos las críticas de diversos sectores, especialmente de los que perdieron las elecciones regionales –con las honrosas y caballerescas excepciones de Manuel Aguilar y Pedro Bogarín- entonces vemos que el vicio más enraizado en el Perú desde los primeros años de la República, que es el “bullyng” político, se está produciendo una vez más, ahora en San Martín, con conbsec8uencias que podrían ser graves si continúa.
Bastó que la figuretti y tránsfuga congresista Esther Saavedra viniera a San Martín con el no menos figuretti e irresponsable Contralor de la República Fuad Khouri, quien ya en otras ocasiones ha tenido tremendas metidas de pata al acusar sin fundamento a autoridades y funcionarios del país. Esta vez Khouri hizo todo un show mediático al declarar que en el Goresam habían proyectos en que la corrupción estaba presente.
Sin embargo, si se analiza bien las denuncias del farandulesco Contralor, lo que vemos son algunas deficiencias más bien de funcionarios de la administración anterior que habrían incurrido en actos de negligencia, que no pueden propiamente ser llamados de corrupción.
Pero el mote yaya estaba puesto y de eso se aprovecharon muchos enemigos de la gestión de Villanueva, para matar dos pájaros de un tiro, acusando a varios de los actuales funcionarios de Noriega que han cumplido funciones administrativas en la gestión Villanueva de querer continuar con presuntos y nunca probados malos manejos.
Lo que sí es evidente es que el Dr. Víctor Noriega ha querido, como es obvio, tener en su equipo a los mejores profesionales, tanto en el área de Desarrollo Económico como en el PEHCBM y otros proyectos, los que para que no se pierdan en el olvido deben de seguir necesariamente con los más capacitados técnicos que en su momento designó Villanueva.
Noriega no está para gobernar para Fuerza Popular sino para todos los sanmartinenses, y el que esté afiatando su equipo de trabajo en diversas áreas con gente que trabajó con Villanueva no significa para nada que exista alguna alianza soterrada entere ambos movimientos políticos; simplemente es que el jefe del Goresam quiere ser pragmático y, sin importar de que canteras provengan, integrar en su gestión a los mejores elementos, los únicos capaces de que el “Modelo San Martín”, de comprobado éxito, continúe beneficiando a la región.
Quizá ha habido alguna negligencia en el área de comunicaciones para informar al público sobre las acciones concretas que está tomando el Goresam y que no se condicen con nada de lo que afirman sus detractores. El nombramiento del experimentado periodista Alberto Azáldegui como jefe de Imagen Institucional puede ser la piedra de toque para que los ciudadanos reciban una mejor información sobre el trabajo que Noriega y su equipo vienen ejecutando.