El estrés hídrico se da cuando la demanda de agua es más alta que la cantidad disponible y en ese sentido el Perú sufriría de escasez de agua dulce el 2040. Nuestro país se ubica actualmente en el puesto 66 del ranking de estrés hídrico de los estados miembros de las Naciones Unidas.
Más de 2000 millones de personas están experimentando en todo el mundo un alto nivel de estrés hídrico y la cifra se podría duplicar para el 2050. Las consecuencias se evidenciarían en la calidad de vida de las personas, el ambiente, el ingreso de agua salada en los acuíferos costeros y el hundimiento de la tierra. En el aspecto económico, se podría generar una pérdida de hasta 260 mil millones de dólares por año.
También los cambios en las precipitaciones y el derretimiento de nieve están alterando los sistemas hidrológicos, siendo, Chile, Argentina y Perú los países más afectados en la región. En el transcurso de pocas décadas se incrementará el riesgo de sequías, lo que afectará los patrones de consumo, la agricultura y la generación de energía.
El Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (Ceplan) recomienda las siguientes prácticas para evitar el estrés hídrico, como evitar tirar papeles y residuos en el inodoro, reciclar el aceite usado y no verterlo en el fregadero y regar las plantas al anochecer.