Ante la crisis del libro y la lectura en el Perú.
“Quien lee y habla bien, debe escribir bien; y quien escribe bien debe hablar bien, cosa nada fácil, sublime reto que todos debemos enfrentar para que el hábito de la lectura y escritura trasciendan en nuestros pueblos”.
Más de un experto coincide en señalar que es dramático la crisis, el vacío y la desolación de la lectura en nuestro país. Esto con base al más reciente informe del Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés), que en el Perú casi nadie lee y los pocos que leen lo hacen mal o pésimo.
De acuerdo a la prueba PISA, solo el 1% de alumnos peruanos tienen alto rendimiento académico. En lectura, el 52% de los niños tuvieron bajo rendimiento y el 49% de las niñas también.
Con esta estadística, los eruditos en la materia advierten que nos encontramos “ante un panorama tan desolador, en el que los niños y jóvenes no tienen a quién seguir como modelo cultural, porque no tienen de quién aprender, pues nadie lee en casa, en el barrio, tampoco se observa la imagen de los profesores como lectores habituales y muchos de ellos, incluso en pleno desarrollo de sus clases, están condicionados y se han convertido en usuarios dependientes del teléfono celular; ni tampoco leen las autoridades o dirigentes de la clase política nacional, regional y local. Así, “el escenario intelectual, literario, bibliográfico se torna árido, carente de estímulos y horizontes, más cuando la mayoría de la población vive de espaldas al libro y la lectura”.
Frente a esta problemática, la presidente de la Asociación Nacional de Periodistas del Perú (ANP) Zuliana Laínez Otero, también lideresa del periodismo latinoamericano y mundial, en una entrevista radial con los colegas de Juanjui, Ramón Flores Arévalo y Raúl Mendoza Paredes, reflexionó sobre esta crisis de comprensión lectora que adolece el país, advirtiendo el peligro de llegar a un punto donde el ejercicio de la lectura sea solo una actividad de minorías, donde gobierne la cultura de la estupidez y la vaguedad intelectual.
“La sociedad debe entender que los libros están vigentes; que, así como el periodismo escribe la historia un poquito todos los días, la creatividad de quienes se dedican a las letras y las artes-que son las fuentes más saludables de conocimiento y entretenimiento, así como de pensamiento crítico y creativo-es uno de los mejores aportes al desarrollo de un país, porque la cultura es transformadora, vital y capaz de construir ciudadanía e identidad.
Por eso- sentenció: “Quien lee y habla bien, debe escribir bien; y quien escribe bien debe hablar bien, cosa nada fácil”, sublime reto que todos debemos enfrentar para hacer que el hábito de la lectura y escritura trasciendan en nuestra población”.
En esa línea, destacó las iniciativas cultuales que se despliegan en San Martín buscando revertir esta abismal brecha cultural, como es el caso de la organización del primer concurso literario escolar “Juanjui, rastreando sus orígenes” 2024: cuento, poesía e investigación histórica literaria, al que consideró una acción multisectorial pionera de la región con el fin de impulsar la creación intelectual literaria en los estudiantes de secundaria.
“Qué bien San Martín con Juanjui, – que tiene una vasta producción editorial, está dando este primer paso, abriendo la oportunidad para que nuestros jóvenes empiecen a transitar por el camino de la literatura. Iniciativas como estas van a fortalecer el ser cantera de nuevos escritores e investigadores históricos, que merezcan el reconocimiento del sector de las artes y las letras a nivel nacional”, alentó exultante la lideresa del periodismo nacional e internacional.
Lainez Otero también resaltó que una de las cosas por las que más debemos apostar aparte de la lectura que ya es fundamental, es que los estudiantes, desde temprana edad, deben acostumbrarse a proponer y proyectar sus cuentos, poesías y la historia del lugar que los vio nacer, a través de la lectura y la investigación, estableciendo la esencia de sus raíces y la evolución de nuestros pueblos.
“Leer, escribir, investigar sobre nuestras costumbres, tradiciones y vivencias, es todo un ejemplo que llevará a buen puerto a la producción editorial, en contraparte a las nuevas generaciones que van perdiendo la esencia de la tradición de sus ancestros por la distracción de la tecnología digital. Hechos, como estos, enriquecen la idiosincrasia local, auténtica, original, oriunda, vía nuestros abuelos, tatarabuelos y antepasados”, manifestó la lideresa de la ANP.
Al referirse al primer Concurso Literario Escolar “Juanjuí, rastreando sus orígenes”; Zuliana Laynez enfatizó que desde ya es exitoso, por el compromiso generoso de personas y empresas, de organizaciones públicas y privadas y la población escolar ante esta gran convocatoria que de por sí ya se vislumbra como un acontecimiento favorable a nuestra identidad.
“Este es un aporte más a esa cultura que Wilson Pérez Iglesias supo fomentar con su trabajo desde la tarea periodística, desde las letras, como ser humano, como una de esas figuras convocantes en Juanjui, al que tanto quiso y que ahora debemos valorar y continuar su legado”, refirió.