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sábado, abril 27, 2024

Falsos poderes en mediocres verdaderos

El tema de la corrupción ha alcanzado niveles indescriptibles, tanta es la densidad del mal, que los protagonistas no se dan por enterados e incluso aseveran comentarios aterradores que revientan de indignación a toda la población: “Que, vamos a enjuiciar a los que hicieron las grabaciones de los hechos de las corrupciones”; “que solo es una falta de ética y no un delito”; “premiar en pleno escándalo, por nada, a una congresista protagonista de la salita del Sin, con más de ciento cincuenta mil soles”. Stop, no continuar para prevenir la erupción del hígado a éste ambiente corrupto.

En este sistema democrático existen tres poderes del Estado: Ejecutivo, legislativo y judicial.

El Ejecutivo es elegido en elecciones por votación universal. El ejecutivo tiene tres niveles: Nacional, regional y local. Los tres son elegidos. En esas elecciones aún hay muchos errores, principalmente en la entrega de dádivas, tapers, a la población. La votación del elector debe ser de conciencia, en el candidato que da a conocer un plan coherente, acorde al manejo serio de la administración pública. El candidato debe ser una persona que en su trayectoria de vida, ha demostrado ser responsable, cumplidora de principios de ética y muy trabajadora. La administración pública obliga al candidato tener una mínima base de formación académica. Cuanta más alta es la responsabilidad jurisdiccional, el candidato debe tener más estudios académicos y fundamentalmente, amplia experiencia en la administración pública. El candidato debe pasar por todos los filtros de estudios, con documentos originales de los centro de estudios. De plano, candidato que miente o pretende sorprender con documentación falsa, debe recibir severo castigo. Pero, en el ejecutivo, solamente el Presidente y dos vice presidentes son elegidos; sin embargo, los Ministros, Directores nacionales y otros jefes, son designados y tienen similar poder. Existen experiencias en el sentido de que tienen más poder quienes no recibieron un solo voto de respaldo y hacen de la administración pública una completa mazamorra. Se hacen convocatorias de cargos nacionales, por gusto, a sabiendas que ya todo está arreglado, engañando a incautos postulantes profesionales y creando falsas expectativas laborales. Déjese de estar haciendo convocatorias falsas, que llegan al público con sonrisa envenenada de bruja, haciendo grave praxis de falta de respeto a serios profesionales del país. Tanta mediocridad ingresó a la administración pública bajo ésta modalidad, que danza al ritmo de la corrupción, porque se los ve muy bien, como en su casa.

En el legislativo hay muchos temas que tratar. Si bien, los congresistas también son elegidos, pero, la anterior fue realmente un desastre. Ahora ya se sabe la razón porque las reglas de juego de la anterior elección fueron totalmente erróneas, en el sentido que exista una exagerada mayoría de congresistas del partido perdedor. Nadie se explicaba cómo fue, ni cuándo ni quienes lo hicieron. Los efectos de ese desastroso desacierto están a la vista de todos: Un parlamento corrupto, que no beneficia en absoluto a la gobernabilidad, que despilfarra las economías del pueblo, con integrantes de esa mayoría absoluta que no cuentan con estudios básicos completos, que mienten de sus estudios, presentan diplomas falsos, no cumplen con sus compromisos de padres de familia, que adeudan al estado mucho dinero; que están vinculados al narcotráfico y la minería ilegal. Si bien el legislativo es un poder del Estado, pero, hacer caprichos ilegales como no sancionar a “compañeros” que mintieron con sus estudios en sus hojas de vida, aprobarse pagos injustificados, hacer gastos inoficiosos, perder el tiempo en temas banales, ya configura delito y extrema falta de respeto a la población. ¿Por qué los congresistas tienen inmunidad? ¿Por qué hacen y deshacen con sus remuneraciones y gratificaciones sin importarles los ingresos de la mayoría del pueblo? ¿Por qué forman comisiones para taparse de sus aberraciones? Tanta mediocridad llena el pleno del congreso que merece total desprecio, y son ellos los que tienen poderes del estado.

El judicial. ¿Quién ha elegido a éstos señores? ¿Por qué dicen que tienen tantas prerrogativas? No puede ser. Algo aquí está fallando. Al parecer en este sector se carece de filtros selectivos, así como en los otros dos poderes. A un presidente alcohólico, de etiqueta negra, se le ocurrió aumentar las remuneraciones de éstos funcionarios, con el argumento de defenestrar la mal habida corrupción. ¿Se logró el objetivo? ¿Alguien levanta la mano para opinar? En éste predio abunda la mediocridad, que se evidencia no solamente por los actos de impartir injusticia a cambio de dinero, sino, por las directas vinculaciones que estos individuos tienen con las familias de delincuentes de los penales y de la sociedad, también por el pobre lenguaje que usan cotidianamente; aunque el lenguaje, además de pobre, en muchos casos es de barrio delincuencial: “Quiero sangre” ¿Quién le ha dado ese falso poder a éste grupo? Aquí tiene que desraizarse todo lo que existe en los tres poderes, en base a un verdadero trabajo muy ligado al amor de Dios. Nadie debe ufanarse poderes que no se lo confirieron y nadie debe abusar de ellos.

 

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